Rucks Parker está de vuelta y se preparan para ofrecer un concierto lleno de nostalgia, melodías y recuerdos de la época dorada de la música salvadoreña: la década de los 90. En el marco de sus 33 años de carrera artística, el legendario dúo ofrecerá un concierto este sábado 12 de agosto, desde las 8:00 de la noche en las instalaciones del Hotel Intercontinental, en San Salvador.
Para ambos, este es el primer concierto que realizan desde la última vez que se presentaron, hace cuatro años, en el Teatro Nacional, siempre en el corazón de la capital. Ahora, prometen una noche de mucha música, acompañados de decenas de músicos para darle un sabor diferente y preparar un show de alta calidad para sus fans de siempre y los de las nuevas generaciones.
Daniel Rucks (DR) y Gerardo Parker (GP), quienes componen este legendario dúo, conversaron con Diario El Salvador sobre este próximo concierto, además de recordar algunos de los momentos de su trayectoria musical y reflexionar sobre sus canciones, el mensaje en ellas y cómo han trascendido al gusto de varias generaciones.
¿Cómo se siente Rucks Parker de regresar al escenario en El Salvador?
GP: Estamos emocionados, realmente emocionados. Es un concierto que se da cuatro años después del que tuvimos en el Teatro Nacional. Tenemos un escenario de lujo, una cantidad de músicos de gran calidad, con orquesta de cámara, coristas y músicos increíbles. Va a ser el 12 de agosto a las 8:00 de la noche en el Hotel Intercontinental. Es la primera vez que vamos a ir a un hotel. Toda la vida ha sido en escenarios y en la ex Feria Internacional, así que es algo histórico también.
DR: Lo más importante de esto es que representa algo que amamos y vivimos que es la música. Ni Gerardo ni yo nos propusimos, en su momento, vivir de la música, si no, por el contrario, queríamos tener el chance de hacer esto con el cariño con que uno hace algo que le apasiona, pero que no se vuelve tan engorroso como una ocupación total. Esto nos permite disfrutarlo y sentirlo de tal manera como lo sentirá el público también. No es algo repetitivo que estemos todos los fines de semana. Para nosotros, estas canciones que son tan queridas se disfrutan más cuando nos volvemos a reunir y a vivirlas.
¿Qué podemos esperar de este concierto?
GP: Estamos emocionados también porque la calidad que llevamos en este show es de lo más alto que hemos producido en nuestra carrera. Todos nuestros conciertos son nostálgicos, pero hoy hay algo, hay una aceptación de la gente que seguimos percibiendo. Vine hace tres días y, desde la entrada al aeropuerto, la gente ya sabía del concierto.
DR: Además, es importante mencionar que nosotros no hemos hecho una gran campaña publicitaria. Nos hemos movido en redes, junto a la colaboración de grandes amigos como ustedes, que nos permiten difundir la información. Pero no hemos hecho una enorme inversión en publicidad. Es generación espontánea, es el mismo hecho de que Rucks Parker exista lo que se vuelve noticia.
GP: Y es curioso también que los músicos, todos los músicos, son veinteañeros, algo que nos sigue impactando porque los músicos, aunque tocan otra clase de música, están empilados con nuestras canciones. Le ponen su toque personal y hay una admiración a nosotros, que les llevamos varios años por delante, pero eso es una bonita experiencia también.
Este concierto también se enmarca en una fecha especial para ustedes
GP: Sí, cumplimos 33 años de carrera. Hace 33 años comenzamos con la primera canción que fue como un juego. En esa ocasión, Daniel visitó el estudio, porque siempre nos hemos dedicado a las cuestiones de publicidad. Pero, en ese momento surgió la idea de probar algo con la música y empezamos a crear y a estrenar canciones. Comenzamos con la canción «Mermelada de Tristeza». Cuando la terminamos, la mandamos en formato de cinta, porque no existía en digital. Mandamos las copias a la radio sin imaginar que la respuesta sería positiva.
¿Cómo ven ahora el que estas canciones se mantienen vivas y de que siguen teniendo un público bastante fiel e intergeneracional?
DR: Hay público para todo. Pero, para lo que siempre habrá público es para la buena música, para que es conveniente elaborada, donde no se digan tres cosas, sino que se digan tres verdades, aunque se digan con símbolos, bien hechas y con buenas orquestaciones, siendo pegajosas también. No es necesario decir groserías ni malas palabras. Eso nos prolongó por una generación más, porque eran canciones que le gustaban a las mamás, pero que no detestaban los hijos. No quiero desmerecer todo tipo de música, hay música buena actualmente. Pero gracias a Dios nosotros lo hicimos con el cariño y la magia que aún existe. El espíritu musical de decir cosas diferentes es importante. Si no tenés nada que decir, mejor no digás nada.
Rucks Parker también fue un ícono en una época, la década de los 90, donde El Salvador encontró en la música una forma de renacer de las cenizas de la guerra.
GP: Una de las ventajas de esa época es que todos estábamos unidos, todos los artistas de ese momento. Yo iba a ver a los Hermanos Flores y lo disfrutaba. Éramos amigos todos. Había certámenes de entrega de premios, que hoy se han vuelto a reactivar, y se reconocía el talento, las radioemisoras reconocía el talento y eso impulsaba a que se hicieran mucha más música nacional.
¿Podemos tener en las redes sociales una nueva ventana para que el talento nacional sea reconocido?
DR: Sí, definitivamente sí, son una ventana. Pero, en redes sociales no hay mucho control. Viene cualquier persona que aprende dos acordes en el ukelele y ya cantan cualquier cosa. Las redes sociales no te permiten control, pero sí te permiten popularizar. Los salvadoreños tenemos una enorme capacidad musical, al seguimos teniendo. Pero, los medios tradicionales y los medios alternativos también son parte de las ventanas que existen y que poseen más filtros que las redes sociales. Hoy, grabar es más fácil porque podés hacerlo en una computadora, pero siempre es necesario un filtro. Las redes sociales han servido mucho, pero es importante mantener el control. El internet nunca olvida. Todo queda ahí grabado. Eso ayuda a que se rescate y no muera lo que se produce, además de ser una ventana para todo el mundo.
En esta época de redes sociales también suele ser la época de la brevedad. Pero, las canciones de Rucks Parker suelen ser profundas y con mensajes más densos. ¿Por qué es que siguen siendo exitosas aún en estos tiempos de brevedad y simpleza?
DR: Si no fuera posible seguir atrayendo público con estas canciones así, Fito Páez ya se hubiera retirado y Charlie García ya no cantaría más. Hay poesía, hay parte lírica y eso está muy bien. Y que coexista con canciones más sencillas y bailables también está bien. Es necesario que ambos ecosistemas musicales coexistan porque para todo hay público.
GP: De hecho, creo que eso de que haya canciones más simples nos ha beneficiado a artistas como nosotros, porque nos pone como una opción diferente, como algo que no escuchas siempre o que no tenés en la mayoría de plataformas y espacios. En todos estos años siempre hemos visto a varias generaciones disfrutar de nuestras canciones y eso nos muestra que, aunque no sean como las canciones que actualmente predominan, siempre tienen un público especial y de distintas edades.
Dentro de todas las canciones de su repertorio, ¿hay alguna con la que Rucks Parker se sienta más identificado, que digan que es una canción que describe más la esencia de ambos?
GP: Tenemos preferencias personales. Todas las canciones son autoría de Daniel. Es como si Daniel fuera el ginecólogo de las canciones y yo fuera el pediatra…
DR: A eso debí dedicarme… ¡Jajaja!
GP: ¡Jajaja! El punto es que él las traía a la vida y yo les daba los acordes, los arreglos y todos los demás elementos. Creo que la canción más especial es «3/4 de Nada», es la canción más representativa.
DR: A mí siempre me gustó «Ráfagas de Luz», quizás porque la construcción melódica es diferente a todo lo que proponíamos en nuestra música.
¿Hay alguna posibilidad de que Rucks Parker produzca nuevas canciones y lance un nuevo álbum?
DR: La posibilidad está, pero hay que discutirlo bien acá, de este lado (señala a Gerardo Parker) ¡Jajaja!
GP: ¡Jajaja! Sí, la posibilidad está, pero, quizás como siempre he sido un poco quisquilloso a producir en mi estudio y en tener un mayor control al momento de grabar, es un poco complicado. Ahora, estando lejos, es más difícil sentarnos a grabar y producir algo.
DR: Es que esto de grabar desde Zoom no es Rucks Parker. Siempre fuimos de que yo le llevaba las canciones al compadre y ya juntos comenzábamos a trabajar la canción. Lo hacíamos los dos. Ahora, es más complicado hacerlo. Sin embargo, la posibilidad no está cerrada.
GP: Para nada, para nada. La opción sigue abierta y no está cerrada.