La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, explicó que a pesar de que el 2020 fue un año extremadamente difícil y la pandemia que provocó un sufrimiento inmenso, hay aspectos que resultaron alentadores.
Georgieva indicó que es fundamental que los gobiernos y la población tenga en cuenta que existen cuatro pilares fundamentales y necesarios para construir un futuro digital. Por lo que, según la ejecutiva del FMI, con estas apuestas ya no sería necesario ser una gran compañía para que esta pueda ser internacional.
Innovación del sector privado
La innovación debe ser liderada por el sector privado, que es el mejor para identificar las necesidades de las personas y las empresas. Sin embargo, es esencial garantizar que los riesgos asumidos por el sector privado “no se traducen en riesgos para los usuarios finales o el sistema financiero” y no se generen “monopolios o desatención a las personas vulnerables”.
Participación del sector público
Para que proporcione métodos de identificación digital verificable, infraestructuras de comunicación, dinero del banco central y otros aspectos necesarios. En este punto, la directora gerente del FMI recomienda firmemente que se invierta en infraestructuras ahora, ya que «casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a internet». Además, la capacidad de convertir el dinero digital de diferentes proveedores en moneda nacional bajo demanda es un parámetro fundamental de estabilidad en un futuro digital.
Un marco regulatorio y legal sólido
El tercer pilar es igualmente importante, y consiste en contar con marcos reguladores y jurídicos sólidos. Estos marcos deben permitir que la innovación y las empresas emergentes florezcan, al tiempo que se logren objetivos esenciales: la protección y la privacidad de los consumidores, la lucha contra el blanqueo de capitales y otros delitos y estabilidad y resiliencia a todo el mundo.
Cooperación internacional
La cooperación también es fundamental para hacer frente a los efectos secundarios. A medida que el dinero digital se va popularizando, los efectos se propagaron por todo el mundo. Estos efectos incluyen el canje de monedas locales por monedas extranjeras más apetecibles, la reducción de la eficacia de la política monetaria y la elusión de las restricciones de la cuenta de capital.