La firma de investigación de mercado, Euromonitor International en un estudio reciente sobre el «Comercio Ilícito de Bebidas Alcohólicas en América Latina y el Caribe sobre el Impacto de la COVID-19» proyecta que, al cierre de este año, el volumen de comercialización de las bebidas espirituosas será de 750 millones de botellas de un litro.
El informe demuestra que las restricciones de acceso a canales formales de venta impuestas por los gobiernos para intentar frenar la pandemia fueron aprovechadas por quienes producen y venden bebidas de forma ilegal.
«Ellos (personas que trafican con el licor) también aprovecharon la proliferación de nuevos canales de distribución debido a la pandemia, como los pequeños comercios, el comercio electrónico y las aplicaciones de entrega», detalla Euromonitor International en su informe.
Aumento en América Latina
Todos los países evaluados -Panamá, México, Colombia, Brasil, Perú y República Dominicana- mostraron un crecimiento consistente en actividad ilícita y, según Euromonitor International, de darse una recuperación económica lenta en la región, aumentarán las probabilidades de que dichas actividades criminales proliferen.
El documento detalla que Colombia es uno de los países con mayor porcentaje de crecimiento de actividad ilícita registrando 10.6 % comparado con los niveles de 2019, seguido por Brasil 10.1 %, México 9.8 %, República Dominicana 9.4 %, Perú 6.5 % y Panamá 6.4 %.
«Con este estudio buscamos aportar hacia un mayor entendimiento de la problemática del comercio ilícito, específicamente en bebidas alcohólicas, debido al impacto negativo que ha demostrado tener», expresó Lilian Krohn, consultora Euromonitor International.
Además, la publicación identifica que los principales motores de la actividad ilícita en América Latina y el Caribe, van desde el cierre de negocios no esenciales como medida preventiva de COVID-19 hasta la inestabilidad por la desigualdad de ingresos y la pérdida de empleo por la pandemia.
Un mercado dañado por la pandemia
La información destaca que afectó al poder adquisitivo como a las aspiraciones de compra, además de empujar a los consumidores a buscar productos de menor costo.
Para los proveedores de bebidas alcohólicas ilícitas se abrió una nueva oportunidad, la de engañar a los consumidores que buscan mantener su estilo de vida a menor costo con productos que lucen como los originales.
La falta de capacidad de las autoridades para vigilar la aplicación de la ley en la industria y el aumento de la importación de materia prima como el etanol fueron los que impulsaron las prácticas informales a lo largo de toda la cadena de suministros.
Además, las bandas criminales aprovecharon para abastecer a las cadenas de falsificación, según detalla el informe. Las zonas francas jugaron un papel clave para el acceso del contrabando, con zonas grises y reglas poco claras explotadas por las actividades delictivas.
Acciones
Las ventas ilícitas generan un impacto negativo en la sociedad, gobiernos y negocios y el estudio considera clave la cooperación entre productores, comerciantes, plataformas digitales y gobierno para contrarrestar dicho problema.
«Una de las primeras medidas necesarias es lograr que el consumidor esté informado de los riesgos para la salud que conlleva el consumo de productos alternativos, así como de las estrategias adoptadas por los proveedores de bebidas espirituosas ilícitas para engañarlos», detalla el estudio.
El comercio electrónico representa una oportunidad y un reto para los nuevos canales de venta, por ello, deben fortalecerse los mecanismos de control que eviten la propagación del mercado ilícito en este terreno.
Se deben establecer monitoreos permanentes para garantizar que los productos sean legales y que hayan pagado los impuestos correspondientes y pasado los controles de salud que cada país establece.
Asimismo, se debe trabajar en coordinación entre la industria, los gobiernos y las empresas en línea para reportar vendedores y lugares de venta ilegales.
En cuanto al modelo del estudio, este se basó en factores predeterminados incluyendo data macroeconómica proyectada en 2020 en conjunto con información histórica de estudios relacionados al alcohol ilícito y el impacto generado por medidas específicas alrededor de la COVID-19.
DATOS:
Los servidores públicos deben tener acceso a capacitación de forma permanente que les ayude a identificar de manera efectiva y constante nuevas estrategias criminales para frenar la expansión del mercado ilícito.
La base de la proyección asume una mayor ola de la COVID-19 entre el primer trimestre y el tercer trimestre de 2020, seguido por oleadas más suaves y mejor controladas en la segunda mitad del año.