La salvadoreña Xiomara Torres se convirtió hace cuatro años en la primera jueza con un pasado como inmigrante en llegar al tribunal del condado Multnomah, en Oregón, Estados Unidos.
Su prioridad para ser imparcial y ejercer la justicia es clave en diferentes casos para imputar a los involucrados a partir de las pruebas y los argumentos. Su nombramiento fue otorgado en 2017 por la gobernadora estatal, Kate Brown, al reconocer su talento, experiencia y vocación «para hacer una contribución significativa para la comunidad». Torres también ha sido destacada por su interés en la defensa de los derechos de la niñez.
De acuerdo con Brown, ha pasado su carrera luchando por los niños más vulnerables del estado, y su trabajo ha sido imparable.
«Es un gran orgullo representar a nuestro país. Yo soy una de las primeras juezas inmigrantes que la gobernadora puso en esta posición. He compartido muchos detalles de mi vida para inspirar a los jóvenes y decirles que, aunque las cosas sean difíciles, a veces, tienes que encontrar a gente que te apoye mucho para lograr tus sueños», dijo a la cancillería la originaria del municipio de El Paraíso, en Chalatenango.
Su historia en Estados Unidos comenzó en Los Ángeles, California, con apenas nueve años, luego de migrar debido al conflicto armado en El Salvador.
Durante su infancia, aprendió el segundo idioma y es la única de su familia en haber cursado estudios superiores. Su carrera académica inició en la Universidad de California en Berkeley, donde se formó en sociología.
Posteriormente, decidió incursionar en derecho en la Escuela de Leyes Lewis & Clark, ubicada en la ciudad de Portland. Ese fue el impulso para cambiar su lugar de residencia en 1999. Su trayectoria ejerciendo derecho comenzó en un bufete privado en Estados Unidos con casos de defensa de menores indigentes.
Torres también se desempeñó como asistente de la jueza Julie E. Frantz, en el Tribunal Penal del Circuito del condado de Multnomah. Hizo una pasantía con la jueza Anna J. Brown, quien recibió un premio por su trayectoria y vida de servicio.
En 2003 formó parte del Colegio de Abogados del Estado de Oregón, y en 2007 se unió al equipo de trabajo del Departamento de Justicia estatal como asistente del fiscal general senior. Con ese rol cumplió 10 años. Torres se desempeñó también en la División de Juicios del Departamento, así como en la Sección de Defensa del Niño.
A pesar de que desde su infancia se trasladó hacia Estados Unidos, la salvadoreña nunca se olvidó de su origen, por ello se involucró en la junta de la Asociación de Abogados Hispanos en Oregón y fue presidenta de la Asociación de Abogados de Minorías.
Sin embargo, su entusiasmo por su carrera la llevó a participar en el Comité de Enlace Judicial del Colegio de Abogados de Multnomah y en la junta directiva de la Fundación del Colegio de Abogados de esa misma localidad.
«He compartido muchos detalles de mi vida para poder inspirar a los jóvenes y decirles que aunque las cosas sean difíciles, a veces tienen que encontrar a gente que los apoye para lograr sus sueños», manifestó.
El trabajo, la dedicación y el esfuerzo de Torres son apreciados en Oregón, donde incluso impulsaron su propia obra denominada «Juez Torres» en 2018, la cual se ha presentado en el teatro Milagro.
El sociodrama se ha desarrollado en diferentes centros escolares como una de las historias de éxito y perseveración de una inmigrante, con el objetivo de inspirar a los jóvenes a conseguir sus metas.
Luego de conocer la historia de Torres en una nota periodística en Oregón, la entonces directora artística del Teatro Milagro, en Portland, Dañel Malán, decidió llevarla al escenario.