Los cambios en seguridad en El Salvador han hecho al país más popular en Estados Unidos y con la pupusa como la «bendición del salvadoreño» ha permitido que el negocio Monse’s Pupusería, de la connacional Monserrat Pérez, sea más próspero en Colorado Springs.
La originaria de Chalchuapa comparte el orgullo de ser salvadoreña con sus clientes del continente americano, de Dinamarca, Inglaterra y Australia, que se deleitan con su gastronomía, fotografías de su ciudad natal y con la transformación del territorio sin delincuencia.
Con ello «uno se hace popular porque el país está más estable en todos los aspectos», sostuvo. Pérez aseguró estar agradecida con el presidente Nayib Bukele «porque llegó a poner orden finalmente y porque el país es el número uno en seguridad».
«Las personas de otros países aquí en Estados Unidos me dicen: “Qué envidia tu país, quisiéramos tener tu presidente”», comentó la empresaria, que emigró en 2011 para formar su familia. Pérez manifestó que también promueve a sus clientes que visiten El Salvador.
«Ahora se dice con más orgullo “soy de El Salvador”, y les digo que vayan a mi país porque está precioso, además de compartir el platillo número uno, que es la pupusa», expresó. «El Salvador se ha hecho tan popular, muchos clientes vienen y hablan del presidente [Bukele]. Toda la gente lo conoce. Otros me preguntan dónde les recomendaría ir», indicó.
La connacional ya cumplió 14 años con su pupusería, la principal fuente económica para toda su familia. Cuando se estableció en Estados Unidos buscó ideas para emprender y cuando entró a un supermercado pensó en ofrecer pupusas al propietario.
Así fue como surgió su empresa. Se movilizó en patentar el nombre en Colorado Springs, sacó toda la documentación requerida y empezó a dejar los pedidos mientras el restaurante funcionaba solo medio tiempo.
Aunque su principal cliente era el supermercado, con 140 sedes, su trabajo se extendió a escuelas, universidades y hospitales. Con esta nueva demanda preparaba hasta 40,000 pupusas por semana.
«La pupusa ha sacado adelante a toda la familia. La pupusa me dio para comprar mi casa, comprar este edificio y para comprar otro restaurante de comida asiática con toque salvadoreño», detalló.
Aunque esta dinámica de trabajo fue paralizada en 2020 por la pandemia de la COVID-19, Pérez decidió enfocarse al 100 % en su restaurante.
Actualmente, emplea a 14 personas, entre salvadoreños, guatemaltecos, colombianos y venezolanos. Desde Monse’s Pupusería, la salvadoreña trata de crear una conexión especial con sus visitantes, pues aspira a transmitir toda su cultura con los platillos que ofrece.
«El objetivo para todo salvadoreño es llevar la cultura, la gastronomía y enseñar qué es la pupusa y quiénes somos nosotros, eso es bien importante», dijo.