Expuso su vida en medio de la pandemia por la COVID-19 para solicitar el apoyo al presidente Joe Biden. Ahora que él está al frente de Estados Unidos, la salvadoreña Verónica Lagunas reclama al demócrata la residencia permanente para todos los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés).
La cofundadora del Centro Ya Basta, en Los Ángeles, y del sindicato de conserjes en la Unión Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por su sigla en inglés), es una de las líderes que abogan y asesoran en el ámbito laboral sobre acoso y abuso sexual desde hace dos años.
De no tener TPS tampoco hubiera podido ser conserje en la compañía de limpieza ABM durante 15 años, en donde los documentos legales fueron esenciales. «Uno mantiene el trabajo porque tiene ese permiso. Por eso es importante mantener vigente el TPS. Cuando dieron la cancelación, muchos nos expusimos a perder el trabajo y es difícil con 15 años. Puedo decir que no gano el mínimo, tengo seguro médico, derechos a vacaciones e incapacidad; es decir, son demasiados beneficios que perdería», argumentó Lagunas en su lucha para que el estatus migratorio ya no sea temporal y sea estable.
La salvadoreña, de 42 años, también batalla por su madre, de 65 años, quien también es beneficiaria. Ambas tomaron la decisión de establecerse en Estados Unidos luego del terremoto en El Salvador.
Lagunas recuerda que, a pocos días de haber llegado, lograron formar parte de este proyecto. Su lucha no quedará en vano, se ha esforzado por salir adelante y mantenerse unida con sus hijos estadounidenses de 11 y 17 años.
Biden sembró esperanza en noviembre sobre restablecer y dar residencia permanente. «Eso sí está en sus manos. Él [Biden] podría hacer eso, y no lo ha hecho. Prácticamente nosotros luchamos para que llegara a ese poder, y puedo decir que luchamos porque hicimos campaña y en medio de la pandemia. Fui a Georgia a tocar puertas para decirle a la gente: “Voten por Biden”. Me expuse, me podía contagiar y llevar la enfermedad a la casa», recordó.
«Fueron muchos los sacrificios que hicimos para que llegara Biden. Sabíamos que con él teníamos una esperanza, pero hasta ahora no vemos claro que cumpla su promesa», agregó.
Continuar en la incertidumbre afecta en lo laboral y emocional de cada familia. Laguna piensa en sus hijos y en qué ocurriría si un día la deportan. «¿Qué va a pasar si los tengo que llevar a El Salvador? No podría llevarlos a un país que no conocen, ese es mi país. A mí me encanta, pero no los podría llevar a ellos», insistió.
El jueves pasado por la noche, el presidente Biden presionó al Congreso para aprobar la reforma migratoria presentada en enero. «El Congreso necesita aprobar una legislación este año para finalmente asegurar la protección de los “dreamers”, los jóvenes que solo han conocido a Estados Unidos como su hogar, y protecciones permanentes para inmigrantes con Estatus de Protección Temporal que provienen de países acosados por la violencia y los desastres naturales», dijo ante los congresistas. El demócrata reconoció que los inmigrantes han hecho mucho por Estados Unidos.