El originario de San Nicolás Lempa, en San Vicente, José Alberto Martínez, de 46 años, invirtió en mejorar su vivienda y comprar un equipo de pesca luego de haber sido empleado por la empresa estadounidense Trident Seafoods durante nueve meses el año pasado.
«Es una experiencia muy bonita porque uno aprende cosas buenas y diferentes», comentó Martínez, el principal proveedor en su familia, compuesta por su esposa y ocho hijos.
El vicentino ya inscribió a su esposa en el programa de Movilidad Laboral de la cancillería y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y motivó a un sobrino a postularse. Los tres se presentaron a otra convocatoria de la empresa Silver Bay Seafoods, la cual contratará a entre 400 y 500 salvadoreños.
El salvadoreño descubrió el programa por la vivencia de un amigo, quien le ayudó a presentar sus documentos en línea a través de su celular. Quince días después recibió una llamada de las autoridades para aplicar en la compañía.
Así como descubrió el proyecto a través de la experiencia de su amigo, ahora Martínez se sumó como otro vocero por la alternativa de trabajo temporal en el exterior y con todos los procesos en regla para no exponerse a la migración irregular.
El beneficiario retornó a El Salvador en octubre de 2022 y cumplió su primer objetivo: hacer reparaciones en su casa.
Con las capacitaciones de seguimiento que recibió como beneficiario, decidió invertir en la adquisición de una lancha, un motor y otras herramientas que se necesitan para la pesca.
«Me parece maravillosa la ayuda del Gobierno. Estoy agradecido», expresó. Actualmente, continúa laborando en la pesca, pero aplica los conocimientos adquiridos en la empresa con sede en Alaska.
En Trident Seafoods colaboró en el área de limpieza de pescado y otros mariscos, y al culminar la temporada recibió un diploma de reconocimiento por su desempeño. Martínez se sintió satisfecho por todo el esfuerzo que había hecho. «Eso me motivó a seguir adelante», aseguró.