La peculiaridad que tienen algunas calles de ingreso a San Salvador es que durante las llamadas «horas pico» los salvadoreños tienen que esperar en unidades del transporte público hasta seis horas [tres de ida y tres de regreso] para moverse de un punto a otro de la ciudad.
Marta López, una comerciante informal, tiene que enfrentar esta situación a diario, y cuenta que para evitar el tráfico tiene que abordar el bus a las 4:30 de la madrugada; como el resto de los habitantes de Soyapango hace lo posible por evitar el caos generado entre Unicentro y el bulevar del Ejército, un tramo de aproximadamente cinco kilómetros, que sin tráfico se recorre entre 10 a 15 minutos, pero por el caos vehicular tarda hasta una hora.
Al incorporarse al referido bulevar, recorre un estimado de seis kilómetros más hasta la plaza Morazán, en el Centro Histórico de San Salvador y tarda entre 45 minutos a una hora. «Si uno logra irse sentado es menos desesperante el viaje», dice. Una vez en el centro, aborda la ruta 101 para Santa Tecla y si, por suerte, no hay cierres de calles, en una hora llega a su destino.
«Trato de anticiparme a los problemas de tráfico como bloqueos de calles o por accidentes», dijo López.
De igual manera, quienes viajan de Santa Ana hacia la capital pasan por la misma situación y les toca madrugar para llegar temprano a sus destinos.
«Mis días inician a las 2:30 de la madrugada, tengo que salir a las 4:45 para San Salvador; si, por ejemplo, el bus lo tomo a las 5:15 voy llegando a las 9:00 de la mañana», explicó Jesús, otra ciudadana.
El tramo más complicado hacia la capital, según dijo, es desde Pasatiempo hasta la carretera Los Chorros donde se consumen hasta dos horas de tiempo. Un ciudadano puede tardar entre cinco y seis horas de ida y regreso a Santa Ana en hora pico. «Lo más complicado es ir parado y aguantando acoso sexual, se sufre de todo», dice.
Para quienes vienen de San Miguel el tiempo de viaje so dos horas y media hasta Ilopango, siempre y cuando viaje en servicio directo de transporte por el cual se pagan $5; mientras que en servicio ordinario el tiempo es de tres horas hasta la terminal Nuevo Amanecer situada en Soyapango.
A este viaje se suman 40 minutos desde la mencionada terminal hasta el centro de San Salvador, siempre y cuando no haya contratiempos en el bulevar del Ejército. Para quienes vienen del departamento de La Paz, el recorrido se estima en una hora con 30 minutos hasta la terminal del Sur, en San Marcos.
Al dejar la terminal del Sur los ciudadanos tienen que enfrentar el tráfico que se genera en la avenida Cuba, en el barrio San Jacinto, que se complica al llegar al sector del bulevar Venezuela donde el tiempo de espera es de hasta 40 minutos; otra ruta a considerar [para los conductores] es la autopista a Comalapa, pero las complicaciones se generan en dirección al monumento Hermano bienvenido a casa.
«Pienso que son demasiados vehículos y las calles ya no dan abasto», opinó una ciudadana sobre el origen de los embotellamientos.
Buscan terminar con el caos
Una de las apuestas que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) llevará a cabo para terminar con los problemas del tráfico en la carretera a Los Choros es la construcción de un viaducto y más carriles, para lo cual la institución ya cuenta con la aprobación de la Asamblea Legislativa de $245,824,129.
El titular del MOP, Romeo Herrera, dijo que la obra es la apuesta más importante en cuanto a conectividad. «Los estudios de tráfico nos dijeron que había que ampliar la carretera desde [colonia] Las Delicias hasta el desvío de San Juan Opico; es el proyecto más ambicioso de infraestructura vial de nuestro país y adicional la construcción de un viaducto que será el puente más largo», detalló.
El ministro también se refirió al sacrifico que miles de salvadoreños hacen para evitar permanecer largo tiempo en el caos vehicular para llegar a sus destinos.
«Hay personas que salen [de sus trabajos] a las 4:00 de la tarde y prefieren irse a las 7:00 de la noche para esperar que baje el tráfico, esa no es calidad de vida. Hay que cambiar eso, y ese proyecto va a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos», dijo Herrera.
Las autoridades estiman que el viaducto de Los Chorros beneficiará a unos 60,000 conductores que a diario circulan por esa vía.
La institución informó que también se ha pensado en otros proyectos que permitan agilizar el tráfico en diferentes puntos a San Salvador, como la construcción del Periférico Claudia Lars que conectará Ateos con el desvío de Opico, el cual estará listo según las proyecciones del MOP el último trimestre de este año. En ese mismo punto también se edificará el paso a desnivel de San Juan Opico.
PNC y VMT hacen lo propio
Y mientras se construyen las obras que agilizarán la circulación vehicular, los agentes de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) y los gestores de tráfico del Viceministerio de Transporte (VMT) continuarán instalados en las zonas más complicadas para hacer lo posible por agilizar el tráfico.
Fuentes oficiales detallaron que existe un estimado de 1,000 policías de Tránsito a nivel nacional, de los cuales 250 están en puntos críticos del Gran San Salvador.
«Tenemos corredores en los cuales hay presencia permanente de policías para agilizar el tráfico, por ejemplo, en la Juan Pablo II, Los Chorros, el bulevar Constitución y del Ejército», detalló un delegado de Tránsito.
La fuente oficial agregó que la accidentabilidad complica la circulación vehicular, sobre todo, en «horas pico», y que por eso «un accidente en la carretera a Los Chorros, por ejemplo, a las seis de la mañana nos complica grandemente el tráfico y por mucha presencia que haya de la Policía hasta que no se remuevan los vehículos el tráfico no avanza», aseguró el policía.
Habilitar carriles reversibles es otra alternativa que las autoridades implementan en las vías de mayor tráfico, como sucede en carretera Los Chorros o calle Agua Caliente en Soyapango. Algunas alcaldías también han conformado equipos de tránsito para atender esta problemática.