Santa Ana terminó extasiado y festivo, y San Salvador, con caras largas y a disgusto, apenas digería la paliza que recibió el partido de ida (4-0), pero convencido que tendrá su revancha y que todavía puede alzarse con el título de campeón en la Liga Nacional de Fútbol (LNF).
Los metropolitanos que lideraron el torneo durante toda la fase regular y que partían con ampliar credenciales para hacerse con la corona sin reparos, fueron desconocidos por los pumas que han mostrado su fiereza hasta las instancias finales del torneo. Los santanecos, entraron en la séptima casilla a cuartos, y desde ahí han roto pronósticos a tal grado que, aunque queda un asalto por disputarse, sus números más recientes que les dan para soñar.
«Le decía yo a mi amigo Mario Durán que lo lamentaba, pero que Santa Ana ya éramos campeones que le vayamos poniendo a la Copa Santa Ana Municipal», bromeo el alcalde santaneco, Gustavo Acevedo, después del encuentro.
La tarea, sin embargo, está más complicada de lo que pinta. Y eso porque acá la goleada no importa, los capitalino pueden ganar 1-0 este sábado y eso obliga a jugar tiempo extra y si persiste el empate definirán campeón a penaltis. «Es un marcador bastante amplio, pero como se ha hecho el formato no hay ventaja deportiva. Solamente está el hecho de que ganamos en casa y que obligamos al alargue», expreso con mesura, Edgar Batres, técnico de los pumas.
Y así es, la sentencia definitiva se dictará sobre el césped del estadio Héroes y Mártires de la Universidad de El Salvador a las 6:00 de la tarde.