Como si se tratara de una película de horror, pero filmada en El Salvador y con un psicópata y víctimas de la vida real, que inició hace una década, según las primeras investigaciones de las autoridades policiales y fiscales. Así fue el más reciente episodio de criminalidad que ha consternado a los salvadoreños.
El principal sospechoso de, al menos, un doble feminicidio y cómplice en nueve asesinatos, es un ex agente identificado como Hugo Ernesto Osorio Chávez, de 51 años, quien junto a 10 personas más están vinculadas con la privación de libertad y muerte de las víctimas, cuyos cadáveres fueron localizados el sábado 8 de mayo, enterrados en diferentes lugares de una vivienda situada en Chalchuapa, Santa Ana.
De acuerdo con la Policía, el denominado «asesino en serie de Chalchuapa» estaría vinculado directamente en cinco de los 17 asesinatos [en esta etapa de la investigación]; dos de las víctimas serían madre e hija, de 57 y 26 años, respectivamente, encontradas sin ropa en la cochera de la vivienda de Osorio Chávez.
Según la Fiscalía, las excavaciones para recuperar los cuerpos se prolongaron hasta el jueves 20 de mayo, en el lugar había un estimado de siete fosas; tanto el ex agente como el resto de sospechosos fueron enviados a prisión provisional por seis meses por orden del Jugado Primero de Paz de Chalchuapa mientras siguen el proceso.
«El Directo», el joven acusado de 17 homicidios
Al psicópata de Chalchuapa le han precedido otros criminales en el país con una larga lista de crímenes. Gustavo Adolfo Parada Morales, apodado «el Directo», era un joven pandillero originario de San Miguel que, con apenas 17 años de edad, fue acusado de haber cometido 17 homicidios, y otros delitos; no obstante, en 1999 únicamente fue condenado a siete años de internamiento por igual número de asesinatos dada su condición de menor de edad cuando fue juzgado.
En su momento, autoridades policiales y fiscales brindaron detalles de lo sanguinario que era «el Directo» con sus víctimas, como sucedió con una adolescente a la que privó de libertad, cercenó los pechos y luego la arrojó a un pozo aún con vida.
En febrero de 1999 las autoridades dieron cuenta del horror en las escenas de muerte descubiertas en fosas clandestinas localizadas en diferentes puntos de San Miguel, las cuales fueron atribuidas al accionar de Parada Morales y otros integrantes de la MS-13.
«El Directo» fue asesinado en 2013 mientras estaba recluido en el penal de Ciudad Barrios, San Miguel, donde cumplía una condena de 35 años por homicidio.
«El Tortuga» de Panchimalco
A José Rafael Ortiz, apodado «El Tortuga», las autoridades lo tenían perfilado como el cabecilla de la pandilla 18 que delinquía en el municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador, cuya estructura delincuencial estaba vinculada a 25 homicidios entre 2009 y 2011, de los cuales en siete estaba relacionado directamente.
Según las investigaciones, la forma en cómo fueron encontradas algunas víctimas [lapidadas, decapitadas y enterradas en cementerios clandestinos] reflejaban lo sanguinario de esta estructura delincuencial bajo el mando de Ortiz. Fue condenado a 60 años de prisión. Una de las víctimas mortales fue un menor de 2 años.
Por su parte, el experto en seguridad y criminología, Ricardo Sosa, considera que Osorio es el mayor asesino en serie en la historia salvadoreña.
«Hugo Osorio en algunos crímenes no actuó solo. Sin embargo, creo que estamos frente al mayor asesino en serie en la historia de El Salvador», dijo. Asimismo, mencionó que hay más asesinos de esta categoría.
«Andan sueltos, no tengo duda. Muchos de los pandilleros son asesinos en serie, y serán detectados hasta que sean capturados», aseguró.
Otros asesinos en serie a nivel internacional
Thug Behram. [India]
Mató a más de 930 personas por estrangulamiento y es considerado el mayor asesino en serie de la historia entre 1790 y 1840. El perfil de sus víctimas eran judíos, niños, peregrinos y comerciantes.
Harold Shipman. [Reino Unido]
Conocido también como «Doctor Muerte» fue responsable de matar a 215 personas entre 1975 y 1998. Las víctimas eran mujeres mayores que gozaban de buena salud a quienes inyectaba diamorfina.
Luis Alfredo Garavito. [Colombia, Ecuador, Venezuela]
Apodado «La Bestia», se le atribuyen, al menos, 172 muertes. Las víctimas que buscaba eran adolescentes, y por eso se le consideró un pedófilo, depredador sexual y sádico.
Gilles de Rais. [Francia]
Llamado «Barba Azul», obsesionado con el sexo y la muerte se cree que pudo haber cometido 140 homicidios entre 1432 y 1440 con niños y vasallos. Nacido en cuna de nobles, este personaje fue condenado a pena de muerte.
Pedro Alonso López. [Colombia, Perú, Ecuador]
Conocido como «El Monstruo de los Andes» le atribuyen 110 homicidios entre 1969 y 1979; sus principales víctimas eran niñas adolescentes y mujeres adultas. Fue considerado pedófilo y hasta necrófilo.
Psicóloga: «Los traumas en la niñez son la causa de volverse asesinos»
Los asesinos seriales, en su mayoría, tienen como antecedente traumas vividos durante la niñez o adolescencia que desencadenan las acciones violentas, según consideraciones de una psicóloga consultada por este medio sobre qué origina el comportamiento criminal de los psicópatas.
«Los traumas quedan en su inconsciente y luego con un evento pueden regresar, porque este patrón se repite», aseguró la especialista.
El caso más reciente es el de Hugo Osorio, de 51 años, un expolicía acusado de ser el principal sospechoso de un doble feminicidio cometido en Chalchuapa, Santa Ana donde las autoridades recuperaron 14 cadáveres enterrado en un pozo en la casa del Osorio. Por este caso hay diez personas más que formarían parte de la estructura señalada de realizar asesinatos en serie.
«Sobre el homicida de Chalchuapa, antes no podía definirse que fuera un asesino serial, pero sí se podían observar conductas que podrían generar algo así. Se pueden definir las conductas sociopáticas de una persona que identifican un problema y que lo llevaría a cometer un homicidio», dijo la experta.
En el caso del psicópata de Chalchuapa, dijo que «se debe hacer una buena historia longitudinal para conocer el trauma que vivió. Probablemente sufrió estrés postrauma que quedó latente y al convertirse en agente de la policía, algún evento que tuvo volvió a revivirlo y lo llevó a definir un patrón de persona y víctimas».
Entre las víctimas de Osorio habrían menores de edad que fueron torturadas y abusadas sexualmente, según las evidencias encontradas en las exhumaciones. La especialista asegura que en el caso del expolicía y de otros asesinos en serie, las víctimas están relacionadas al trauma vivido.
«Las víctimas pueden ser cualquier persona que se ajuste al patrón del problema que la persona tiene. Por ejemplo, si fue maltratado por la mamá va a buscar a mujeres adultas que se parezcan a su mamá», concluyó.
A criterio Juan Molina, psicólogo, hay sucesos y eventos que marcan la vida de algunas personas y se convierten en pensamientos desajustados.
«Todo esto es auto órdenes que se termina dando la persona, si la violencia ha solucionado en ocasiones anteriores a favor esta persona lo generaliza» y es como de esa forma tratará de solucionar todo con violencia y agresión.