Santa Claus no llegó en trineo, pero llevó su espíritu navideño en un vehículo blanco como la Navidad, para repartir regalos y juguetes a cerca de 160 niños de familias inmigrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Europa, durante las festividades en el estado de Maryland, Estados Unidos.
Guardando las medidas de bioseguridad, el distanciamiento y escoltado por agentes policiales, Santa deseó una feliz Navidad y Año Nuevo a los habitantes del pueblo de Brentwood, ubicado en el condado de Prince George, durante una noche fría, pero cálida por la solidaridad y el entusiasmo de sus ayudantes, identificados con sombreros rojos y luces destellantes.

El recorrido alivió a las familias afectadas por la pandemia por la COVID-19, ya que no solo los más pequeños recibieron sorpresas, según la alcaldesa salvadoreña en Brentwood, Rocío Treminio López. También repartieron canastas navideñas con pavo o pollo a 60 familias, entregaron una ayuda económica para pagar renta y utilidades como luz y gas, y distribuyeron entre $1,500 a $2,000 a 25 negocios por medio de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, sigla en inglés).
«Mi mensaje es de esperanza para un futuro mejor y que sigan tomando todas las precauciones necesarias para mantenerse seguros, usando mascarillas y manteniendo el distanciamiento social», compartió la alcaldesa.

De todas las entregas, el caso que más llamó su atención fue el de una familia salvadoreña, pues el padre fue desahuciado de cáncer.
Sacar una sonrisa en medio de un problema reconforta a López. Otros líderes salvadoreños en la ciudad Everett, en el estado de Washington, donaron juguetes, bolsas con víveres, tarjetas de comida, ropa y electrodomésticos por medio de Latinos Unidos en Massachusetts (LUMA).
Otras 35 familias recibieron donativos, sumado a los esfuerzos del salvadoreño Óscar Orellana y el alcalde de Everett, Carlo DeMaria.