Los mineros estaban excavando dentro de un pozo de 60 metros de profundidad en la aldea de Pancurandang, en la región central de Java, el martes por la noche cuando el agua inundó súbitamente la mina.
Los rescatistas desplegaron bombas de agua las 24 horas del día y trabajaron en vano para tratar de evacuar el agua de la mina, que todavía estaba inundada el domingo.
«Ya estamos en el quinto día. Estamos esperando las peores noticias, la muerte de las víctimas», dijo a los periodistas el oficial del equipo local de búsqueda y rescate, Adah Sudarsa.
Sudarsa precisó que las operaciones de rescate se mantendrán hasta el martes, con la espera de encontrar los cuerpos de las víctimas.
Las autoridades habían planeado desplegar buzos para encontrar a los mineros, pero el jefe del equipo de rescate Priyo Prayudha Utama dijo a la AFP que «no fue posible» porque el pozo de la mina era demasiado estrecho.
La policía acusó el viernes a cuatro personas de operar en la mina sin permiso.
Los sospechosos, de los cuales uno sigue en libertad, podrían ser condenados hasta a cinco años de prisión y a pagar 100.000 millones de rupias (casi 6 millones de euros) en multas.
En 2021, seis personas murieron en el derrumbe de una mina de oro ilegal en la isla de Célebes.
Al menos 16 personas murieron dos años antes cuando se derrumbó otra mina de oro ilegal en la isla y sepultó a los trabajadores.
En 2016, 11 mineros murieron después de que un deslizamiento de tierra sepultara una mina de oro ilegal en la provincia de Jambi, Sumatra.
Las minas no autorizadas, que eluden las medidas de seguridad básicas, son comunes en el archipiélago del sudeste asiático, rico en minerales y donde los accidentes son frecuentes.