En El Salvador están por introducirse las vacunas anti-COVID-19. Ante ello, el Ministerio de Salud (Minsal) informó que los grupos prioritarios para recibir la vacuna son los adultos mayores de 60 años, el personal del Sistema Nacional Integrado de Salud que brinda atención directa a pacientes, el personal técnico y administrativo, los encargados de la seguridad nacional (Policía Nacional Civil y Fuerza Armada) y los cuerpos de socorro.
Así también, personal docente y administrativo de centros educativos, personas mayores de 18 años con enfermedades no transmisibles o con discapacidad y personal que labora en las instituciones que conforman el Gobierno Central, la Corte Suprema de Justicia, la Asamblea Legislativa, gobiernos municipales y autónomas.
Dichos grupos fueron publicados en los lineamientos técnicos para la vacunación contra el SARS-CoV-2 del Minsal. La cartera de Estado también informó que estas personas serán citadas para la vacunación en cada establecimiento de salud y la meta de vacunación a escala nacional es llegar al 85 % de cobertura por grupo objetivo.
Todas las personas que acepten ser vacunadas deberán firmar un consentimiento informado antes. La aplicación de la vacuna se hará en los establecimientos del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) seleccionados por el Minsal.
«El proceso de vacunación debe ser vigilado estrechamente, eso implica que el paciente conozca por qué la implementación de la estrategia inicia con el consentimiento; y luego viene el seguimiento, que se hace por medio de la farmacovigilancia si existieran efectos relacionados con la vacuna o adversos», detalló ayer el ministro de Salud, Francisco Alabí.
En el mismo sentido, la ministra de Educación, Carla Hananía, mencionó que priorizar a docentes en la vacunación es una estrategia acertada para el sector educativo. «En el plantel docente tenemos una proporción elevada de personas mayores y con enfermedades crónicas. La decisión del Ministerio de Salud es muy importante», indicó la funcionaria.
Las primeras dosis de la vacuna ingresarían al país en los primeros tres meses del presente año. Alabí dijo que el Minsal llevará a cabo un seguimiento nominal de la aplicación de la vacuna mediante medios electrónicos. «Se podrá buscar cuáles vacunas se han aplicado. Nos va a servir para priorizar y ser más eficientes con el sistema nacional de vacunación», destacó el ministro.
MEJORA DE INFRAESTRUCTURA
En el país se han habilitado 79 unidades de salud para la aplicación de la vacuna, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) trabaja en su adecuación y en la construcción de 156 módulos diseñados especialmente para la estrategia de vacunación, y que prepara al sistema para recibir las vacunas, almacenarlas y administrarlas. Cada centro tendrá mobiliario, refrigeración, cadena de frío y ambientación adecuada para la vacuna, aseguró Alabí. Por ello, para este año el gobierno asignó $35.83 millones para el mejoramiento de la infraestructura de la red hospitalaria, labor que ya se ejecuta a escala nacional en las diferentes unidades de salud que proveen a la población el primer nivel de atención.
Este año también se llevarán a cabo obras en los hospitales nacionales, con las que se espera mejorar las instalaciones y el equipamiento. «Nuestra capacidad hospitalaria es bastante fuerte. Tenemos protocolos que se han actualizado mes a mes. Ya tenemos la décima actualización», dijo ayer el director de Monitoreo Estratégico de los Servicios del Ministerio de Salud, Yerlees Ramírez.
Además de la preparación para la vacuna, el gobierno lleva a cabo acciones preventivas contra la COVID-19. Ayer se tomaron 1,000 pruebas en tamizajes comunitarios en Antiguo Cuscatlán y en La Libertad. También hubo una jornada de atenciones médicas en el municipio de San Jacinto. «Estamos acercando los servicios a la población y reforzando la prevención de la COVID-19», dijo Ernesto Granados, director de la unidad de salud especializada de San Jacinto.