La temporada de aguaceros, que en abril entró en su séptimo mes y se espera que arrecie, provocó el fallecimiento de 30 personas y lesiones a 87 solo en la provincia andina de Pichincha, cuya capital es Quito, según un reporte de la entidad de socorro.
El 31 de enero se produjo en la capital ecuatoriana un aluvión causado por las precipitaciones más intensas en dos décadas, que arrasó una cancha deportiva en la que se encontraban varias decenas de personas, provocando la muerte de 28 y heridas a 52.
Hasta hace dos semanas, el Servicio de Riesgos registraba un total de 52 fallecidos, 102 heridos y unos 27.000 afectados.
Las lluvias golpean a 23 de las 24 provincias ecuatorianas, siendo la excepción Galápagos, un archipiélago ubicado a 1.000 km frente a la costa.
Las fuertes y prolongadas precipitaciones dejan además 5.455 hectáreas agrícolas afectadas y destruidas, así como 7.176 viviendas y centros de salud y de educación dañados parcial o totalmente.
Por su posición geográfica, en la zona ecuatorial, el país cuenta con dos de las cuatro estaciones: verano e invierno.
La actual temporada de lluvias ha generado derrumbes, inundaciones, desbordamientos de ríos y colapso de estructuras.