El Tribunal de Sentencia de Chalatenango condenó a penas de entre 10 a 20 años de cárcel a seis pandilleros extorsionistas que exigían $200 a la víctima a cambio de no atentar contra su vida.
Los sentenciados son miembros activos de la Mara Salvatrucha y están identificados como: Luis Alonso Arévalo López, alias Sapo o Sapito, de 27 años; Roberto Carlos Lemus Rivera, alias Scrapy o Enano, de 20 años, Roberto Stanley Cornejo Rodríguez, alias Lencho, de 25 años; Marina Dolores Lemus Paz, alias Mujer del Sapo, de 38 años, Amalia Yisel Portillo Lemus, conocida como Gissel, de 18 años; y Walter Arquímedes Pineda Flores, alias Grillo o Topogigio, de 34 años.
Esta banda delinquía en el municipio de La Reina.
En la denuncia la víctima relató que el 20 de noviembre de 2018, cuando caminaba sobre una calle vecinal de La Reina fue interceptado por tres sujetos, el Grillo, el Scrapy y el Sapo, todos portando armas de fuego. El Grillo le puso el arma en el abdomen y le dijo que era el jefe de la Mara Salvatrucha y que si quería seguir vivo tenía que colaborar con la mara dándoles $200; si no lo iban a matar. A la vez los otros dos lo encañonaron con sus armas. La víctima les dio los $200 y enseguida se fueron del lugar.
Agregó que el 21 de agosto de 2019 estaba en su vivienda cuando llegaron tres personas, el Mula, Marina y Lencho, quienes le dijeron que el Scrapy mandaba a decir que mandara $150 si no que mejor se fuera del lugar; asimismo, la Marina le dijo que le hiciera caso ya que ellos no amagan para matar. Nuevamente la víctima sintió miedo y les entregó los $150.
Detalló que, en ese momento, el Lencho le puso el arma de fuego en la cabeza y le dijo que para el día 27 de septiembre tenía que entregar $200 a unos «homboys» que llegarían ese día a traer el dinero.
Es así como el 27 de septiembre de 2019 llegaron a su vivienda Gissely el Mula; la víctima les dijo que no tenía dinero para estarles dando todos los meses. El Mula amenazandole con su arma le manifestó que tenía que colaborar con la mara porque de lo contrario lo iban a matar. La víctima no tuvo otra opción que entregarles los $200 dólares para que se fueran del lugar.