La selección española masculina de fútbol rechazó este lunes los «comportamientos inaceptables» del suspendido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, con su beso forzado a la jugadora Jenni Hermoso.
«Queremos rechazar lo que consideramos unos comportamientos inaceptables por parte del señor Rubiales, que no ha estado a la altura de la institución que representa», leyó Álvaro Morata en una declaración, en nombre de toda la selección.
Morata, acompañado de los otros tres capitanes de la selección, leyó el escrito de apoyo a la selección femenina de fútbol antes de iniciar el entrenamiento de la Roja en la tarde de este lunes, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, cerca de Madrid.
La victoria de España en el mundial femenino supuso «un hito histórico cargado de significado que marcará un antes y un después en el fútbol femenino español, inspirando a muchísimas mujeres con un triunfo de valor incalculable», afirmó Morata.
«Por ello, queremos lamentar y expresar nuestra solidaridad con las jugadoras que han visto empañado su éxito», aseguró el capitán de la Roja.
«Nos situamos de manera firme y clara del lado de los valores que representa el deporte. El fútbol español debe ser motor de respeto, inspiración, inclusión y diversidad y debe dar ejemplo con sus conductas tanto dentro como fuera del campo», añadió Morata.
La declaración de la selección masculina pone más presión sobre Rubiales, que el 20 de agosto suscitó una indignación internacional al besar en la boca a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas en el estadio de Sídney.
En una asamblea de la RFEF, Rubiales afirmó que el beso había sido «consentido» y se negó a dimitir, tras lo cual fue suspendido por 90 días por la FIFA que le abrió un expediente disciplinario por el caso.
En España, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) también le ha abierto un expediente y el gobierno español le ha solicitado que suspenda también a Rubiales.
Tras su declaración, los jugadores de la Roja pidieron poder centrarse a partir de ahora «en cuestiones deportivas ante la relevancia de los retos que tenemos por delante».
La Roja se mide el viernes a Georgia y el 12 de septiembre a Chipre en dos partidos cruciales con vistas a la clasificación para la Eurocopa de 2024.