En su informe ante el Senado de Estados Unidos, el senador Tom Cotton abogó en favor de que el Gobierno de ese país «debería apoyar a los salvadoreños en lugar de darles la espalda» y destacó que «El presidente salvadoreño (Nayib Bukele) ha traído estabilidad a El Salvador al tomar medidas enérgicas contra el crimen violento de las pandillas», algo que consideró, también es bueno para la gran nación norteamericana.
El político detalló que en su reciente visita al país conoció al presidente Bukele y fue testigo de primera mano de los efectos de la notable transformación de El Salvador como resultado del exitoso plan de seguridad, el cual pasó de ser la nación más peligrosa del hemisferio a una de las más seguras.
Cotton lamentó que a pesar de los grandes resultados logrados por el Gobierno de Bukele, la administración de Joe Biden no le ha brindado apoyo al gobierno salvadoreño.
«Desde que asumió el cargo, el presidente Biden se ha negado a reunirse con el presidente Bukele, el Secretario de Estado, Tony Blinken, lo ha criticado y la administración ha reducido significativamente la asistencia extranjera a su gobierno», lamentó el legislador por el Estado de Arkansas.
El senador afirmó que Joe Biden no se opone al presidente Bukele por razones buenas o imparciales. «Se opone al presidente Bukele porque es duro con las bandas asesinas de El Salvador, la más destacada de las cuales es la MS-13, un grupo con el lema psicótico «matar, violar, controlar».
EE.UU. tiene experiencia con grupos terroristas
Cotton manifestó que su nación tiene experiencia con esa estructura terrorista y citó casos perpetrados por esos terroristas, en 2017 en Wheaton, un vecindario de Maryland, donde miembros de la MS decapitaron a un hombre, le sacaron el corazón y lo apuñalaron más de 100 veces.
En otros hechos sangrientos, en 2016, miembros de esa pandilla asesinaron a dos adolescentes en Long Island, Nueva York, utilizando bates de béisbol y un machete. Y apenas en 2023, un migrante irregular de la MS en California fue condenado por torturar y asesinar a un niño de 10 años. «Permítanme repetirlo: torturó y asesinó a un niño de 10 años», dijo ante los demás legisladores.
El funcionario dijo que los casos anteriores son algunos de los que la MS ha cometido en su país, la nación más rica y poderosa del mundo. Pero advirtió que la MS, «Le ha hecho mucho peor al pueblo de El Salvador».
«Y la MS-13 no está sola. Las facciones del infame barrio 18 también aterrorizan al país. Antes de la represión del gobierno, más de 100,000 pandilleros y asociados deambulaban por las calles de una nación de menos de seis millones y medio de habitantes», agregó.
Plan exitoso
El funcionario estadounidense destacó que la situación de violencia de El Salvador comenzó a cambiar a partir finales de marzo de 2022 cuando la administración Bukele decretó el régimen de excepción, la medida legal aprobada por la Asamblea Legislativa para que el gobierno combatiera a las pandillas.
«La estrategia antipandillas de «cárcel o muerte» del presidente Bukele ha funcionado. En 2022, el número de asesinatos en El Salvador cayó casi un 57 por ciento y luego cayó otro 70 por ciento el año pasado. En 2018, la tasa de homicidios salvadoreña fue de 53 por cada 100,000 habitantes; el año pasado, fue de 2,4 por 100,000», resaltó.
El legislador puso en contexto que Washington, D.C. tuvo una tasa de homicidios de 40 por 100,000 el año pasado. «Eso significa que hace dos días [El Salvador] estaba mucho más seguro en lo que alguna vez fue la capital mundial del asesinato que cualquiera de nosotros hoy en el Washington de Joe Biden.
Nuevamente, Cotton lamentó la falta de apoyo de la administración Biden quien según él está sermoneando sobre el crimen a uno de los presidentes más populares y exitosos del hemisferio. «En particular, la administración Biden ha expresado su preocupación de que la declaración de emergencia, que suspende ciertas protecciones del debido proceso, sea una amenaza al estado de derecho. Aparentemente, una amenaza aún mayor que los miles de pandilleros merodeadores que aún se encuentran en libertad», enfatizó.
El legislador desde 2015 admitió que la estrategia de seguridad es dura, pero destacó que era necesaria para establecer el orden. «Y quisiera recordarle a la administración Biden que los pandilleros de El Salvador no son víctimas: son asesinos, violadores y muchos tienen las manos manchadas de sangre estadounidense».
Visita al CECOT
Cotton detalló que, en su visita al Centro del Confinamiento del Terrorismo, CECOT, comprobó el respeto a los derechos de los privados de libertad, contrario a lo que afirman los grupos de oposición. «Pero los reclusos reciben comida y agua, realizan higiene personal diariamente, médicos y enfermeras trabajan en un puesto de socorro junto a las celdas».
El legislador mencionó que los terroristas no son víctimas y que los verdaderos afectados son los salvadoreños y que como aprobación del plan de seguridad apoyan abrumadoramente los esfuerzos del presidente Bukele para restaurar el orden y un Estado de derecho significativo.
«El ejemplo de El Salvador no solo expone los fracasos del enfoque del presidente Biden en materia de política exterior, sino también su enfoque ante el crimen. Al menos, el presidente Bukele ha demostrado, una vez más, que el encarcelamiento funciona, obviamente. Si se encierra a los asesinos, sorprendentemente habrá menos asesinatos, una verdad tan obvia que solo los ideólogos liberales podrían pasarla por alto», enfatizó el legislador.