Cada uno de los sicarios contratados por Andrés Felipe Pérez Hoyos y Margareth Lizeth Chacón Zúñiga recibieron más de $8,000 por asesinar al fiscal antimafia de Paraguay, Marcelo Pecci Albertini, el 10 de mayo de 2021 en la playa de Barú, Colombia.
Según publicó un medio argentino, basado en el informe fiscal, por asesinar al fiscal paraguayo antimafias se habría pagado más de $800,000 a toda la red, que era coordinada por Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, quien fue capturada en San Salvador. Cuatro de los implicados en el crimen ya están pagando con 23 años de cárcel en Colombia.
Las investigaciones han determinado que los implicados son Wendre Still Scott Carrillo, quien según la investigación disparó contra el fiscal paraguayo; Eiverson Adrián Arrieta Zabaleta, fue el responsable del transporte y la logística, y Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo Monsalve Londoño, tuvieron participación en los seguimientos. Por estos hechos ya fueron condenados.
Las investigaciones han revelado que el manejo del dinero usado para la contratación de los sicarios y compra de armas con las que asesinaron al funcionario fue dirigida por la colombiana Chacón Zúñiga, quien fue capturada esta semana en una colonia del sur de San Salvador.
La detenida tenía la intención de vivir en el país permanentemente y se desempeñaba como ama de casa, sin embargo, «llama la atención de los investigadores que solía viajar constantemente. Tiene en su expediente alrededor de 30 vuelos salientes desde El Salvador y cerca de 170 desde Colombia», se lee en la publicación del medio Infobae.
Además de gestionar aspectos del financiamiento que tuvo que hacer su pareja, Andrés Felipe, para cometer el crimen, a la mujer se le acusa de haber acompañado a dos de los financistas a reuniones con el sicario Luis Correa.