La Fundación Destino llevó a cabo la siembra simbólica de 500 árboles en la hacienda La Labor, como parte del trabajo medioambiental para la reforestación de 10 manzanas de terreno, con el objetivo de proteger el nacimiento de agua del cantón Chipilapa, en Ahuachapán, que beneficia a más de 10,000 habitantes del lugar.
Las acciones se ejecutan con el aval del Ministerio de Medio Ambiente, ya que es una área natural protegida. En la actividad participaron más de 200 voluntarios. También, en el lugar, un grupo de mujeres ha creado un sistema de reciclaje de agua para preservar el manto acuífero conocido como El Tanque.
Este proyecto ha sido gestionado por el Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer (IMU) y financiado por el Fondo de la Iniciativa para las Américas (Fiaes). «Es importante reforestar, pero también hay que reconocer que lo que más cuesta es darle mantenimiento. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo, queremos motivar a que más fundaciones o personas siembren sus arbolitos. Es importante cuidar nuestra fuentes de agua», indicó Carmen Portillo, coordinadora de proyectos del IMU en la zona occidental.