Siete personas, entre ellas un oficial de policía fuera de servicio y un oficial K-9, murieron este jueves en Estados Unidos en dos tiroteos distintos, uno en Raleigh, Carolina del Norte; y otro en Bristol, Connecticut. Después de tres horas en un tiroteo activo, el sospechoso fue neutralizado en un vecindario de Raleigh.
Al menos otras personas fueron trasladadas al centro médico de WakeMed, por lo que el número de fallecidos podría ser mayor en este hecho de violencia armada.
El Departamento de Policía de Raleigh no había dado declaraciones al cierre de esta edición; sin embargo, medios locales hablaron de «varios fallecidos».
En tanto, dos policías fueron asesinados a tiros y un tercero resultó herido después de que un hombre los emboscó en una vivienda de Bristol, Connecticut, según las fuentes.
Los agentes fueron atacados luego de que respondieron una llamada al Sistema de Emergencias 911, que informaba de un posible incidente de violencia doméstica entre dos hermanos el miércoles por la noche, según la Policía Estatal de Connecticut.
El atacante llevaba un rifle AR-15. Los reportes policiales destacaron que la supuesta llamada de emergencia fue para atraer a los agentes y atacarlos.