Con esfuerzo, dedicación, amor y muchas sonrisas, Wilfredo Antonio Castro Alvarenga, de 38 años, conocido como el payaso Silbadito, ha sacado adelante a sus hijos, quienes desde muy pequeños quedaron únicamente a su cargo.
Castro Alvarenga es originario de la ciudad de Santa Tecla, en La Libertad, pero hace 16 años tomó la decisión de iniciar una nueva vida en San Miguel.

Cuenta que tiene 30 años de dedicarse a la comedia y asegura que es un talento que descubrió cuando tenía ocho, por lo que comenzó a trabajar de payaso en fiestas infantiles.
Posteriormente, lo contrataron en circos, una labor que lo llevó a cada rincón del país hasta que decidió establecerse cuando encontró el amor en la ciudad migueleña.

El artista recuerda que comenzó a vivir en la colonia Milagro de Paz, donde nació su segundo hijo, que hoy tiene 16 años; sin embargo, pronto se separó de su pareja, por lo que tuvo que trabajar intensamente. Así se dio a conocer en la zona oriental como el payaso Silbadito.
Con los años se volvió a casar y tuvo otro hijo, quien hoy tiene ocho años y se crio en el medio artístico, ya que su papá tenía que llevarlo al trabajo porque no tenía quien se lo cuidara.
«A él [a su hijo] le encanta mi trabajo y se siente muy orgulloso de mí. Por el momento me encuentro trabajando en un circo en San Vicente, es solo por unos días. La verdad es que donde me llamen yo voy a trabajar, no solo en oriente», aseveró.
Actualmente, Castro Alvarenga tiene un bebé de 20 meses que también está solo a su cargo, por lo que busca la mayor cantidad de eventos para llevar el sustento a sus tres hijos.