Los cuerpos de socorro de El Salvador han modificado los procesos de seguridad y rescate al momento de atender y trasladar a sus pacientes. Uno de los cambios más importantes es el que han llevado a cabo en coordinación con otros cuerpos de socorro al momento de trasladar a una víctima hacia un centro asistencial.
«Anteriormente, lo que se hacía es que cada institución llenaba una ambulancia y ahí se iban todos los pacientes; el que llegaba primero se los llevaba a todos. Ahora no, hay un acercamiento con otros elementos para trasladar a las víctimas en diferentes unidades», expresó Roberto Cruz, director ejecutivo de Comandos de Salvamento.
De acuerdo con Cruz, actualmente la tarea de cada socorrista al recibir un llamado de emergencia es, en primer lugar, no olvidar su traje de protección, ya que este se ha convertido en «el nuevo requisito» para atender a cualquier persona. «Los cambios los tuvimos que hacer a la fuerza y por la necesidad de nuestros voluntarios. Ellos no salen, si no llevan su equipo», manifestó.
Asimismo, detalló que por la pandemia tanto el equipo de emergencia como de rescate deben utilizar los mismos trajes de nivel dos o tres, que incluyen gabacha, uniforme, lentes de seguridad, mascarilla, casco y botas, entre otros insumos de protección.
Jaime Martínez, jefe de operaciones de emergencias de la Cruz Roja Salvadoreña (CRS), explicó: «Los socorristas deben andar dos pares de guantes, uno es de látex que lo utilizan debajo de los que se ocupa para manipular la maquinaria, cuando hacen la extirpación; y además se le suman las gafas y el traje de protección que anteriormente no se ocupaban».
Gracias a las donaciones de los gobiernos de El Salvador, Estados Unidos, Canadá, Noruega, entre otras organizaciones y empresas, los cuerpos de socorro han logrado obtener los insumos necesarios para cumplir con los protocolos de bioseguridad requeridos en este momento. «Las donaciones que tuvimos de parte de gobiernos y empresas nos ayudaron a tener los “stocks” actuales. Gracias al Gobierno de Nayib Bukele, ya que por medio de Protección Civil, nos ayudó dándonos mascarillas, guantes, entre otros insumos», manifestó Cruz.
También, recalcó que, a la mayor parte de los socorristas de Comandos de Salvamento, ya les dio la COVID-19, pero a pesar de esto se siguen tomando todas las medidas de bioseguridad, ya que siempre está el peligro de reinfectarse.
Cuando los socorristas llegan a la base después de atender una emergencia, deben cumplir un protocolo de desinfección personal que consiste en bañarse, cambiarse y lavar el uniforme y las herramientas personales. Posteriormente, también deben desinfectar las unidades móviles y los equipos utilizados.
Stanley Flores, socorrista de la unidad de rescate, manifestó que una de las complicaciones más frecuentes al hacer una extricación vehicular [rescatar a una persona atrapada dentro de un vehículo] es manipular las herramientas utilizando el traje de seguridad.
«Hacer una extricación con traje es un poco sofocante, por el hecho de que es caliente. Al momento de nosotros estar en una extricación sudamos. El sudor dentro del traje nos dificulta el trabajo, pero el deseo de ayudar y de salvar la vida de una persona en un accidente de tránsito, nos ayuda a olvidarnos de todo lo demás», enfatizó.