Por muchos años las pandillas en El Salvador obligaron a cientos de familias, bajo amenazas, a abandonar sus viviendas o se apropiaron de casas que están deshabitadas. Por ejemplo, Gloria Stefanía López se había apropiado de una vivienda ubicada en la Urbanización Los Conacastes, Soyapango y encima extorsionaba con $3,000 a la propietaria, una salvadoreña residente en EE.UU., si quería que desalojara su casa, sino le advirtió que se «atuviera a las consecuencias».
Sin embargo, recientemente la intervención de las autoridades en Soyapango permitió que dicha vivienda fuera desalojada por la mujer y otros pandilleros el pasado 6 de diciembre y fue entregada a familiares de la propietaria quienes expresaron «daban por perdida dicha vivienda»; mientras que López fue detenida.
Esta vivienda es una de las más de 1,375 que han sido recuperadas en Ilopango, Apopa, y en Soyapango en colonias como La Campanera y reparto San Ramón. Soyapango fue cercado por las fuerzas de seguridad como parte de la ejecución de la fase 5 del Plan Control Territorial denominada «Extracción». Las estrategias de seguridad implementadas por el Gobierno no solo han permitido la reducción de violencia a nivel nacional, sino que han disminuido su accionar delictivo, entre esto, la usurpación de casas.
«Se registran 975 viviendas recuperadas en Soyapango en colonias como la Campanera, reparto San Ramón y otras urbanizaciones», detalló el 27 de diciembre la ministra de vivienda, Michelle Sol.
Sol aseguró que «con el régimen de excepción y las acciones focalizadas en algunos municipios, no solo se está controlando la acción delictiva, también ha favorecido en la recuperación de viviendas usurpadas para la comercialización». Agregó que «Las acciones del Presidente, Nayib Bukele, no solo han regresado la tranquilidad a miles de familias, también han ayudado a que muchos salvadoreños recuperen sus casas que abandonaron por la presión de grupos delictivos».
La ministra asegura que «ahora las viviendas que fueron utilizadas como “casas destroyer” y lugares de planificación del crimen volverán a ser el hogar de una familia. Se están abriendo las posibilidades de que las familias puedan adquirir su casa propia».
De acuerdo con datos del Ministerio de Vivienda, en el 2022 se otorgaron 1,376 créditos para viviendas recuperadas, por $18.2 millones. Solo en diciembre, 56 familias estaban tramitando un crédito para la compra de este tipo de viviendas, lo que equivale a $5.39 millones.
Esta práctica de pandillas que afectó por años la estabilidad y economía de muchos salvadoreños provocó el desplazamiento forzado de las familias que se quedaron desamparadas mientras que las viviendas eran utilizadas por pandilleros o «alquiladas» a otras personas.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, explicó recientemente que, por ejemplo, en Soyapango se «han recuperado viviendas que habían sido usurpadas por los terroristas y que ahora estamos devolviendo a sus verdaderos dueños, quienes fueron amenazados y se vieron obligados a abandonarlas».
En la gestión del presidente Bukele se han ejecutado diversos operativos de Casa Segura, en los que se verifica casa por casa la documentación que amparara la situación legal de la vivienda al ocupante y para comprobar que la conexión de los servicios básicos [conexiones de luz, agua y cable] es conforme a ley.
CONTROL EN TERRITORIOS
«En el pasado era imposible entrar a comunidades que estaban totalmente llenas de delincuentes, viene el Plan Control Territorial y se comienza a entrar a las comunidades. Se encontraron muchas viviendas abandonadas, usurpadas y desmanteladas», ha explicado Sol.
Esta problemática provocó incluso que, en el 2017, el país entrara a la lista de las 10 naciones más afectadas en el mundo por desplazamiento forzado interno debido a la violencia criminal. Sin embargo, desde el 2019, las autoridades lograron sacar al país del “Top 10” de dicho listado.
«Hay muchos casos donde las personas no tienen seguridad jurídica, o sus casas han sido usurpadas por estructuras criminales; esto ha pasado durante décadas y las administraciones anteriores no hicieron nada por resolverlo», explicó la titular de Vivienda.
El Salvador ha tenido un cambio en materia de seguridad, municipios que estuvieron opacados por violencia homicida, extorsiones o el desplazamiento forzado tienen ahora un ambiente diferente. Las acciones ejecutadas han permitido que la población confíe y mucha que fue desplazada regrese a sus hogares.
Autoridades del gabinete de Seguridad reiteran a la población que seguirán «trabajando 24/7 para terminar con todo el accionar de estos delincuentes y erradicar por completo este cáncer de la sociedad.
«No vamos a permitir que estos terroristas vuelvan a atentar contra los salvadoreños de bien», ha insistido el ministro Villatoro.