Seguramente todos hemos disfrutado y reído junto con alguien que es buenísimo contando chistes, y cómo es capaz de sacar más de una carcajada al momento de contar anécdotas o eventos que suceden en su diario vivir.
Pero lo curioso de esto es que, más allá de ser un momento de ocio y para compartir, el hacer reír a los demás ha trascendido a algo más serio: se ha convertido en una forma de vida que dejó atrás la improvisación y que ahora es toda una cultura mundial.
Para el comediante salvadoreño Bryan Lestrange, la corriente artística del «standup comedy» es un estilo de hacer comedia donde el humorista se dirige a un público y, en un tono cómico o irónico, expresa diferentes ideas con la finalidad de hacerlo reír.
«El “stand-up” es una retrospectiva del universo del comediante. Nosotros nos subimos al escenario con nada más que un micrófono y comenzamos a contar las desgracias de nuestra vida; claro, de manera chistosa, verdad. También incluimos cosas de la vida cotidiana de los demás y de las cosas que pasan día a día», explica.
Lestrange afirma que contrario a pensar en lo fácil que parece subirse a un escenario a contar cosas de manera graciosa, el «stand-up» requiere todo un proceso donde van inmersas características como la preparación, dedicación y creatividad. Algo que define como claves al momento de estar frente al público. «Un show de “stand-up” se planea.
Uno escribe las ideas, les va dando forma. No es algo improvisado realmente. Hay todo un trabajo detrás de esto, ya que hacer reír a la gente es super difícil, por eso debe tener una preparación», comparte.
En El Salvador, con poco más de ocho años de existencia, el «stand-up comedy» ha encontrado espacios que han logrado posicionar esta expresión artística en el gusto de muchos salvadoreños y ha conseguido que comediantes nacionales e internacionales se hagan presentes en diferentes escenarios y presenten espectáculos de calidad.
Las funciones
Desde hace siete años, Ovejas Negras se encarga de hacer reír a los capitalinos. Cuando cae la noche en el Gran San Salvador, las personas se preparan para disfrutar. Es ahí cuando un modesto pero iluminado escenario se convierte en el lugar perfecto para que tres irreverentes jóvenes hagan de la suyas.
Atrás quedaron los chistes rojos, de velorio o los ya repasados cuentos de Pepito; ahora hay un nuevo repertorio a cargo de Bryan Lestrange, Gabriela Rivera y Cristian Megu, los autollamados Ovejas Negras, un grupo de «standuperos» o monologuistas.
Los jóvenes presentan el nuevo formato de diversión en el que la sátira, la picardía y la realidad se unen para presentar al público monólogos cargados de vivencias cotidianas que nos pasan a todos, pero contados con un alto grado de humor.
El éxito de sus presentaciones ha logrado que la compañía teatral sea reconocida a escala nacional e internacional, haciendo que en más de una ocasión haya acompañado en sus giras a grades exponentes de la comedia latinoamericana.
«Un buen comediante no es chistoso y ya, siempre hay un esfuerzo», expone Gabriela sobre ella y sus colegas.
«Todavía no se conoce mucho del “stand-up comedy” aquí, en el país, pero con que la gente sepa que aquí hay espectáculos de comedia, que hay comediantes y que pueden pasarla bien»
Bryan Lestrange (blestrange89)
Inspirado en una de las villanas de «Harry Potter», este comediante dio vida a su nombre artístico: Bryan Lestrange, un ávido divo de la comedia que tras haber recibido un taller de «stand-up» descubrió su talento.
«Cuando terminé de estudiar, dije “al fin, libre soy, libre soy”. Pero a los días me di cuenta de un taller de comedia en el teatro Luis Poma. Venía un comediante de Costa Rica, Marvin Murillo, y yo dije “esta es mi oportunidad”, y, pues, un mes después ya estaba todo empoderado en el escenario».
Actualmente Bryan es un gran exponente del «stand-up comedy» en el país, que le ha permitido conocer a famosos comediantes de Latinoamérica y a la vez hacer giras por varios países.
Gabriela Rivera (gabirivera__)
Gabriela llegó con diferentes expectativas al mundo del «stand-up comedy». Tras haber perdido su empleo, nunca imaginó encontrar tantas experiencias gratificantes en los espectáculos de comedia.
«Me decían: “Vos deberías ser comediante”. Y eso, para mí, era así como equis. Bueno, sigo pensando cómo llegué hasta aquí. Pero sí sabía de comedia, conocía a comediantes, porque crecí viendo “stand-up comedy”, ya que mi mamá desde chiquita me los ponía. Tenía conocimiento y conciencia, pero a la vez no sabía cómo se preparaban o escribían los grandes comediantes».
Gabriela ha logrado compartir escenarios con uno de los mayores exponentes actuales: el mexicano Franco Escamilla.
Cristian Megu (megusv)
Con solo 22 años, el más joven de Ovejas Negras ha logrado abrirse espacio en el difícil pero emotivo mundo de la comedia. De origen cojutepecano, Cristian siempre se caracterizó por ser una persona graciosa, virtud que aprovechó para catapultarse.
«De chiquito siempre fui chistosillo, porque era la forma de sobrevivir para mí en el colegio. Aparte, en la casa, mi hermano veía comedia y mi papá también, y desde ahí pensé “¡ey!, yo creo que puedo presentarme en un escenario”. Siempre pensé que quería hacer comedia».
Incursionó por primera vez a los 16 años y ha logrado convertirse en un habilidoso «standupero» en el país.