Los telones del Teatro Nacional Francisco Gavidia de San Miguel han develado grandes presentaciones de las artes escénicas con espectáculos de teatro, música, canto y danza, por más de un siglo, para el deleite de los habitantes de San Miguel y de otros departamentos cercanos como Usulután, Morazán y La Unión.
El imponente edificio es una versión a menor escala de la Ópera de París (un edificio muy característico del lV distrito de la capital francesa) que atrae la atención de cualquier persona que transite en la zona central del casco urbano de San Miguel; específicamente entre la 2.ª calle oriente y la 6.ª avenida norte, en el barrio La Cruz.
El diseño y ejecución del teatro más antiguo de El Salvador, estuvo a cargo del ingeniero Marcos Letona y fue construido entre 1903 y 1909 como resultado de un proyecto que buscaba dar realce a las actividades culturales de la comunidad.
La obra estuvo a cargo de la Junta de Fomento de San Miguel, un grupo que se creó en un acuerdo ejecutivo para gestionar las obras de utilidad, ornato público y embellecimiento de dicha ciudad.
El edificio de plantas rectangulares, de 24×42 metros aproximadamente, tiene cuatro fachadas de corte clásico, con cuatro terrazas que dan vista a los jardines que rodean el inmueble. Fue inaugurado la medianoche del 31 de diciembre de 1909 con la obra «La viuda alegre» de Franz Lehar, a cargo la Compañía de Teatro de Lupita Unda.
En diferentes registros históricos se detalla que la construcción «inició específicamente como teatro; pero con el paso del tiempo, en más de un siglo de su historia se le ha dado otros usos. Ha sido telégrafo, estuvo mucho tiempo cerrado, fue refugio de indigentes, fue cine y hasta que pasó a ser administrado por la secretaría de Cultura se ha dedicado a las actividades específicamente artísticas», explicó la administradora del teatro Sonia Bernal.
El lugar fue declarado Monumento Nacional en 1991 y posee el sello de Bien Cultural Protegido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El lugar tiene detalles clásicos tan vistosos que, actualmente, los migueleños solicitan sus diferentes espacios para actividades culturales y sociales. Muestra de eso es el jardín que está frente a la fachada principal, que a menudo es solicitado para eventos sociales, debido a su belleza.
El espacio frente a la fachada principal es conocido como la plaza Gerardo Barrios, debido a que el teatro está dedicado a este personaje que fue presidente de El Salvador entre 1859 y 1863, un migueleño muy querido y respetado como lo denotan las letras grabadas en la base de un busto de él que está construido en esa área y que dicen: «Gerardo Barrios, el más grande». En ese lugar hacen un acto todos los 29 de agosto para conmemorar al día que falleció.
Las paredes exteriores están recién remozadas, en diciembre 2021, por un grupo de reos en fase de confianza del programa «Yo Cambio», de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), quienes pintaron de un amarillo pálido, con detalles blancos y balcones metálicos negros que adornan los ventanales y que hacen la combinación perfecta con las puertas grandes de madera café oscuro.
La fachada principal tiene cinco ventanas en la segunda planta mientras que en la planta baja hay cinco puertas, dos de las cuales, ubicadas a los costados, son rectangulares, y las tres del centro posee arcos con detalles metálicos,
En las otras tres fachadas se reparten cuatro terrazas que en su momento fueron construidas para que los hombres salieran a fumar en los descansos de las presentaciones, según detalló la administradora Sonia Bernal.
Al entrar al inmueble lo primero que se encuentra es el vestíbulo o «Lobby», un espacio rectangular, donde se realizan presentaciones de libros, recitales y otras actividades culturales pequeñas pues su capacidad máxima es para 50 personas.
Las paredes interiores están pintadas de un tono turquesa que contrastan con el color amarillo del piso de mármol y los detalles de madera café oscuro de las puertas y de las dos escaleras ubicadas a los costados que llevan a la segunda planta, hacia el Fóyer, que también es utilizado para los mismos fines.
“Hemos hecho presentaciones de libro en el lobby y han quedado muy bonitas, porque es un espacio muy íntimo, pero también nos piden la gran sala para ese tipo de actividades; aunque tanto el lobby como el salón Foyer son dos salones muy bonitos”, detalló Bernal.
La Gran Sala
En el vestíbulo está es el principal acceso hacia la Gran Sala, un escenario en el que por más de 112 años se han presentado grandes espectáculos de las artes escénicas de talentos locales, nacionales e internacionales.
Este espacio central en forma de lira tiene una capacidad para 360 personas que son ubicadas entre el patio de butacas que tiene 132 espacios, donde se acomoda el público en general; más los palcos de la primera y segunda planta.
«A partir del 2018 tuvimos presentaciones cada fin de semana, porque tenemos la misma programación que tiene el resto de teatros. La afluencia anda entre 120 y 150 personas de un aforo de 175, porque el permitido era del 50 % de la capacidad, debido al tema de pandemia», dijo Bernal.
Este teatro es el principal espacio para presentar las artes escénicas en San Miguel, pero también alberga exposiciones de artes visuales como pintura, fotografía. Además, en el lugar se proyectan documentales y películas en ciclos de cines que se organizan con diferentes embajadas, hasta cuatro veces al año.
Los interesados en conocer este emblemático lugar lo pueden hacer asistiendo a cualquiera de sus actividades culturales, que son parte de la agenda del Ministerio de Cultura y que son publicadas en sus diferentes redes sociales, o solicitando el permiso para hacer un recorrido guiado en las instalaciones al teléfono 2660-7480.