La última viga principal de la inédita Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes) fue colocada ayer. Con ese paso, la construcción concluyó con éxito la primera fase que corresponde a la estructura.
Esta etapa se ejecutó en tres meses de arduo trabajo en jornadas de 24 horas los siete días de la semana, explicó el viceministro de Cultura, Eric Doradea.
Las siguientes etapas están comprendidas en la obra gris, detalles y finalmente el equipamiento. La inversión para el moderno templo cultural es de $54 millones provenientes de la cooperación de la República Popular de China, que ha reiterado su apoyo a la cultura de El Salvador.
Para dar por concluida la primera fase, el viceministro Doradea en compañía del embajador de China, Zhang Yanhui, el cónsul Yao Ming y el delegado de los proyectos con China del gobierno del presidente Nayib Bukele, Raymond Villalta, dieron un recorrido por la construcción.
Con los avances y el ritmo de construcción, Doradea manifestó que esperan que en noviembre de este año el presidente Bukele de por inaugurada la Binaes.
«La Biblioteca El Salvador se convertirá, básicamente, en un oasis de conocimiento. Será el centro de operaciones de la ejecución del Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad, como también de la coordinación del Sistema Nacional de Bibliotecas y, por su puesto, de la Bibliored que vamos impulsar dentro de poco, que son más de ocho redes de bibliotecas», detalló el funcionario.
El área de construcción es de aproximadamente 23,800 metros cuadrados, de los cuales a parte de la biblioteca ocupará cerca de 16,200.
Las instalaciones albergarán todo el patrimonio documental, el Archivo General de la Nación (AGN), una estantería abierta a todos los visitantes, un auditorio para más de 500 personas, dos salas de proyección con miradores a las plazas, la Catedral de San Salvador y el Palacio Nacional, salones de conferencias, un área para primera infancia.
Otra de las características de esta infraestructura de primer nivel es que será de accesibilidad universal para personas con discapacidades auditivas y visuales, habrá una sala de inclusión. También tendrá todas sus indicaciones en cuatro idiomas: castellano, inglés, chino mandarín y náhuat.
«Esta Biblioteca es regresarle a los salvadoreños nuevamente la dignidad en materia de espacios públicos y sobre todo en temas de fomento de lectura con el plan que se lanzará dentro de poco. Tendremos un plan muy ambicioso donde nos interesa crear comunidades lectoras y transitar a una sociedad lectora», agregó Doradea.