En la vista pública el juicio contra el exdiputado Roberto Carlos Silva Pereira, los testigos que comenzaron a declarar expusieron ayer una serie de irregularidades supuestamente planificadas por el imputado con el consentimiento de 21 exalcaldes y regidores.
Adjudicación de proyectos sin entregar carpetas técnicas, nombramiento de supervisores de obras por la misma empresa constructora, sobrevaloración de obras, incumplimiento de contratos y pagos adelantos por avances de obras no ejecutadas, son algunas de las anomalías que expusieron ayer los testigos ante el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador.
Caminos y Edificaciones (Ced), T Construcciones y Supervisiones, R & N Construcciones, así como Proveedores y Constructores de Obras Viales Eléctricas y Civiles (Provecom), que según la Fiscalía, fueron empresas creadas para amañar licitaciones y lavar dinero, aparecen como ejecutoras de proyectos de construcción de parques, canchas de fútbol, recarpeteo de carreteras y construcción de caminos vecinales.
«Hemos tenido información para que el tribunal escuche de primera mano la forma fraudulenta bajo la cual se adjudicaron las obras y también hemos tenido información de diferentes maniobras que se han utilizado para efectos de simular licitud en estas obras», explicó uno de los fiscales del caso.
Según el representante del ministerio público los testigos han llegado a proporcionar de manera puntual y concreta información que acredita la serie de actividades ilícitas realizadas por el exdiputado suplente del PNC.
«Una de las dolencias de estos procesos es precisamente unas carpetas técnicas sobrevaloradas, eso quiere decir que ponían valores muchos más altos de los valores normales del mercado, también pudo escuchar el tribunal que no cumplió con el proyecto en su totalidad, quedó a medias», dijo el fiscal.
Un ingeniero civil juramentado por la Cámara Primera de lo Penal para que hiciera una pericia a las obras realizadas en varias alcaldías, dejó al descubierto las irregularidades en varios proyectos.
En La Unión, la alcaldía adjudicó a Silva Pereira el recarpeteo de una de sus vías de acceso y en el contrato se plasmó que las capas de asfalto debían ser de seis centímetros, pero el perito estableció que el espesor era de tres y cuatro centímetros, por lo que no se cumplió con lo establecido en la carpeta técnica.