Texas está por eliminar una de las restricciones en materia de armas más importantes después de que los legisladores aprobaran permitir que las personas lleven armas o pistolas sin licencia ni la formación que conlleva.
El Congreso local, dominado por el Partido Republicano, aprobó esta semana la medida y la envió al gobernador Greg Abbott, quien ha dicho que la firmará a pesar de las objeciones de algunos sectores, que dicen que la medida pondría en peligro a los ciudadanos y a la policía.
En tanto, los grupos de control de armas que se oponen a la ley advierten sobre el reciente historial de tiroteos masivos en el estado, incluidos los ocurridos en un Walmart de El Paso, una iglesia en Sutherland Springs y un instituto en las afueras de Houston.
El estado de Texas ya cuenta con algunas de las leyes de armas más laxas del país y tiene más de 1.6 millones de titulares de licencias de armas de fuego.
Los partidarios del proyecto de ley afirman que permitirá a los tejanos defenderse mejor en público. De hecho la Asociación Nacional del Rifle fue una de las que apoyó la medida, y un portavoz la calificó como la medida de derechos de armas «más importante» de la historia del estado.
«Un derecho que requiere pagar un impuesto u obtener un permiso del gobierno no es un derecho en absoluto», dijo Jason Ouimet, director ejecutivo del Instituto de Acción Legislativa de la NRA.
En este estado ya se permite llevar rifles en público sin licencia. La medida permitiría a cualquier persona mayor de 21 años llevar un arma de fuego siempre que no tenga condenas penales por delitos graves o alguna otra prohibición legal en sus antecedentes.
Texas permite el porte de armas de fuego desde 1995, y ha ido reduciendo los costos y los requisitos asociados a la formación para obtener una licencia durante la última década.