La mayoría de los salvadoreños es creyente, ya sean católicos, evangélicos o de otra denominación. Históricamente, El Salvador fue y es un país de creyentes. Por eso, esta época del año es importante y recibe tanta atención, no solo por la parte cultural y la tradición, sino también porque en esencia la muerte y sobre todo la resurrección de Jesucristo son el fundamento de la fe.
Las iglesias y sus feligreses desde sus actos y expresiones de fe celebran que «¡Cristo está vivo!».
Este es el punto de convergencia para los creyentes, uno que los une como hermanos porque para curas, reverendos y pastores la prueba de que Jesús resucitó de entre los muertos es lo que valida el Antiguo y el Nuevo Testamento; lo que hace a Jesús un hombre y Dios a la vez es la verdad de su fe.
Platicamos con tres religiosos para conocer desde sus denominaciones —todas cristianas— el valor y el + significado de la resurrección: Édgar López Bertrand, Toby Jr., pastor general del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel; la reverenda Michel Monterroza, sacerdote de la Iglesia Episcopal-Anglicana; y el padre Sergio Gabriel Herrera, vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Luz, en San Salvador.
Los tres coincidieron en que se trata de una fiesta espiritual en este momento tan convulso para la humanidad.
«Es Navidad en verano, cuando celebramos el heroísmo de Jesús».
Es el ápice, el clímax, el momento más fundamental de la fe, así describe la resurrección Édgar López Bertrand, Toby Jr., pastor general del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel, central. El pastor comparó este momento con la Navidad por considerarlo determinante en la fe cristiana, ya que si Jesús no hubiera resucitado nada de lo escrito en el Antiguo y el Nuevo Testamento tendría validez.
«Yo siempre digo que es Navidad en verano, es cuando celebramos el acto más grande de heroísmo de Jesús: la resurrección. Hay un sinfín de testigos de este evento, pero lo bello del evento de la resurrección es la oportunidad de tener esa vida que solo Él [Jesús] promete».
El religioso recordó lo escrito por el apóstol Pablo en sus cartas a los corintios, en las que expone que «si Cristo no ha resucitado vana es la fe. Resucitando era la manera de comprobar su divinidad».
Y remató diciendo que desde la fe cristiana evangélica «todo tiene que ver con la resurrección, es la base de nuestra fe, si Cristo no resucita entonces estamos siguiendo a otro hombre de fe. En eso vemos la validación de sus promesas a tal grado que es el único que lo ha hecho. No vemos a ningún otro profeta hacerlo, eso lo diferencia».
El mensaje del pastor para esta época más bien es una pregunta que comienza al citar a Juan 11:25: «Le dijo Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. La pregunta es ¿usted lo cree? Cristo no es una iglesia, él trajo un mensaje de esperanza».
El Taber, como es conocido, también celebra cada Semana Santa su aniversario. Este año cumple 44 años de «llevar el evangelio» a todo el país y fuera de él. La iglesia hizo como es costumbre un culto por día durante la semana, una media vigilia el viernes y un domingo de resurrección con evangelización y cultos.
«La experiencia de la resurrección nos permite un nuevo renacer».
La reverenda Michel Monterroza, de la Iglesia Episcopal-Anglicana, reforzó que la resurrección es el momento fundamental de la fe, «nos permite confesar a un Cristo que está vivo, que venció la muerte en la cruz».
La reverenda salvadoreña, radicada en Costa Rica, reflexionó sobre el tiempo de la resurrección en este contexto en el que una pandemia le dio vuelta a lo que conocíamos como normalidad.
«La pérdida de vidas humanas, fuentes de empleo, decrecimiento económico, no saber cuándo terminará la situación de la COVID-19, nubla nuestros corazones angustiados y temerosos frente a un futuro incierto. Este sentimiento de angustia e incertidumbre también estaba presente entre los discípulos de Jesús después de su crucifixión. Pensaban que todo había terminado con la muerte de Jesús; pero pronto eso cambiará cuando se reencuentran con Jesús vivo, de carne y hueso. Ese amigo y maestro a quien aman está vivo y ha cumplido lo que prometió», expuso.
Y concluyó: «La experiencia de la resurrección nos permite un nuevo renacer, una claridad para enfrentar nuestros temores y la fe firme de que vamos a salir adelante. La resurrección nos aporta la esperanza en la vida que Jesús nos muestra para vivirla intensamente bajo la ética del amor que Cristo nos enseñó».
El año pasado, la liturgia tuvo que ser virtual; pero este año, tomando las medidas pertinentes se conmemoró reunidos en familia o con amigos, algo que ha celebrado la reverenda.
«Alguien que estuvo muerto, está vivo y triunfa».
«La certeza de que Cristo resucitó se comenzó a celebrar el pasado Domingo de Ramos», comentó el padre Sergio Gabriel Herrera, vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Luz, en San Salvador.
El sacerdote explicó que este momento es la afirmación de que Cristo «está vivo, ha resucitado del sepulcro. Alguien que estuvo muerto está vivo y triunfa. Creemos que él está a la diestra de Dios Padre e intercede por cada uno de nosotros. Eso significa la resurrección».
Para la Iglesia católica, indicó el padre, la fe es fundamental porque solo la vive aquel que ha sido dotado con esa virtud. «Si no hay fe, no podría creer en esto. Es una virtud que da Dios. Hay personas que tienen fe y otras no, y Dios nos da la oportunidad de acoger aquel anuncio que acogieron los apóstoles que recibieron del Espíritu Santo llevar el evangelio y enseñar todo lo que Jesús nos mandó».
Para cada persona, este momento también se vivirá según su espiritualidad, pero siempre con la capacidad de transformarse. «La resurrección tiene la capacidad de transformarte la vida, de encontrarte con la persona de Jesús por medio de la experiencia, a partir de la liturgia en el amor de Jesucristo hacia los hombres. Lo celebramos con mucha fuerza e ímpetu aún en esta pandemia […]. Nosotros creemos en la resurrección de la carne y de la vida eterna», dijo. La parroquia ha celebrado sus liturgias de manera virtual y presencial. Por medio de la página de Facebook, los feligreses pudieron asistir a sus misas durante la Semana Santa.