Tiktok ya anunció que luchará contra la ley en los tribunales estadounidenses, al alegar que viola gravemente el derecho a la libertad de expresión. La empresa es optimista y cree que saldrá victoriosa, pues en 2020 sobrevivió a una orden similar del entonces presidente, el magnate republicano Donald Trump (2017-2021). Además, aunque Huawei también tiene sanciones, ha logrado tener éxito.
TikTok presentó un recurso impugnando la prohibición y un juez federal bloqueó temporalmente el esfuerzo de Trump, diciendo que las razones para prohibir la aplicación probablemente eran exageradas entonces y que el derecho a la libre expresión estaba en peligro.
Aun así, la administración Trump intentó negociar un acuerdo en el que la empresa de servidores de datos Oracle y el gigante de los supermercados Walmart comprarían una participación conjunta en TikTok, pero esas tratativas no llegaron a ninguna parte.
El nuevo proyecto promulgado por el presidente Joe Biden fue diseñado para superar esos mismos dolores de cabeza legales y algunos expertos creen que la Corte Suprema de Estados Unidos podría estar dispuesta a permitir que las consideraciones de seguridad nacional prevalezcan sobre la protección de la libertad de expresión, aunque no es seguro aún.
Trump, que se postulará nuevamente para presidente en las elecciones de noviembre y tendrá como rival a Biden otra vez, cambió de posición y afirmó que se opone a la posible prohibición porque beneficiaría a Meta, propietario de Instagram y Facebook.
Postura de China
China ha salido en defensa de TikTok. Pekín no quiere que se siente un precedente en el que una empresa china se vea obligada en el futuro a vender uno de sus activos más valiosos, incluido un algoritmo que es la envidia de sus competidores.
Este diferendo fue incluso discutido por teléfono entre Biden y el presidente chino Xi Jinping a principios de mes.
Otras batallas
Esta no es la primera empresa china que lucha contra Estados Unidos. Huawei está desde hace años en el centro de la rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses acusan al grupo, sin aportar pruebas, de espiar para el gobierno chino, lo que representa un «riesgo inaceptable» para la seguridad nacional; sin embargo, Huawei lo niega firmemente.
Desde 2019, las sanciones impuestas por Washington han aislado a la empresa de las cadenas mundiales de suministro de tecnologías y componentes estadounidenses.
Las sanciones estadounidenses obligaron a Huawei a centrar de nuevo su actividad en sectores como el software, los dispositivos conectados o la informática empresarial. Pese a ello, el gigante tecnológico anunció a finales de marzo que registró más del doble de beneficios netos en 2023 y que su volumen de negocios creció en 9,6 %, pese a las sanciones de Estados Unidos.