Se trata de la última medida de relajación de las restricciones en Japón, donde los casos de Covid-19 han estado disminuyendo de manera drástica durante varias semanas, una mejora que los expertos atribuyen sobre todo a una fuerte aceleración de la campaña de vacunación después de un tímido comienzo.
A nivel nacional, los nuevos contagios se desplomaron de un récord de 25,851 el 20 de agosto a sólo 387 el miércoles, justamente dos meses después. Y Tokio, una ciudad de 14 millones de habitantes, registró 47 nuevos casos diarios durante la semana pasada, el más bajo desde junio de 2020.
Japón nunca impuso un confinamiento estricto. Pero, durante la mayor parte de este año, se instauró el estado de emergencia en una parte del país, dirigido a la venta de alcohol, los horarios de apertura de bares y restaurantes y a eventos importantes. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio se celebraron a puerta cerrada.
El estado de emergencia terminó hace tres semanas, aunque se mantuvieron algunas restricciones, como el cierre de la hostelería a partir de las 21H00.
A partir del lunes, los establecimientos de la capital con suficientes medidas anticovid podrán abrir hasta tarde, indicó Yuriko Koike tras similares anuncios en zonas colindantes.
«La vacunación ha avanzado mucho y (la población) ha cooperado en las medidas sanitarias, por lo que los contagios han disminuido rápidamente. Pero seguiremos tomando medidas para prevenir una nueva ola» de coronavirus, precisó la gobernadora de Tokio.
Aunque la vacunación en Japón tuvo un comienzo lento, casi el 69% de la población está completamente vacunada ahora, una tasa significativamente más alta que la de Estados Unidos (57%).