El Juzgado Especializado de Instrucción A de San Salvador ordenó que José Manuel Cruz Benítez continúe preso mientras es procesado por los delitos de contrabando de mercaderías, tráfico ilícito de armas de fuego y asociaciones ilícitas.
«Se decretó la detención provisional contra José Manuel Cruz Benítez por los delitos de contrabando de mercadería, tráfico ilícito de armas de fuego y asociaciones ilícitas», confirmó este viernes la fiscal del caso.
El pasado 16 de febrero las autoridades decomisaron un cargamento de armas de fuego, munición y accesorios que detectaron en un contenedor procedente de Estados Unidos que tenía como destino Jucuarán, Usulután, justo donde reside Cruz Benítez. El arsenal fue valuado en más de $50,000.
«Inicialmente se hizo una inspección en la aduana terrestre San Bartolo en donde se incautaron una gran cantidad de armas que venían en una caja; las armas fueron embaladas como encomiendas y fueron reportadas como ropa, zapatos y utensilios de uso doméstico; sin embargo, cuando se hizo la inspección comprobó que en realidad lo que venía eran armas», relató la fuente fiscal.
Agregó que, «a raíz de eso, se estableció que el señor José Manuel Cruz Benítez residía en Jucuarán y se hizo un registro con prevención de allanamiento en la vivienda ubicada en el cantón Samuria, Jucuarán, donde se incautaron otra gran cantidad de armas, municiones y accesorios para armas de fuego».
La fuente señaló que el arsenal fue enviado desde Estados Unidos a Puerto Cortés, en Honduras, y después fue trasladado hasta El Salvador por el guatemalteco Carlos Tortola García.
«Se tiene información que esta persona (Cruz Benítez) posiblemente obtuvo las armas para venderlas o para entregarlas a organizaciones criminales», apuntó la representante de la FGR.
El arsenal decomisado consistió en cinco fusiles, tres escopetas, tres culatas, tres cañones, dos revolver, una pistola, 199 cartuchos de diferente calibre y 5,546 municiones de diferente calibre.
Mientras que en la vivienda de Cruz Benítez había una escopeta, dos fusiles, dos pistolas, un revolver, dos cargadores, una UZI, tres cañones, un supresor de ruido, 530 cartuchos de municiones de diferente calibre y otras dos armas de fuego no especificadas.
Fuentes policiales informaron que esa misma casa era utilizada como refugio de Santos Starlin Amaya, apodado «El Maldito», un cabecilla de la Mara Salvatrucha que en enero de 2022 fue capturado en un motel de El Tránsito, San Miguel, acusado de homicidio y feminicidio.