El presidente Nayib Bukele inicia su cuarto año de gestión con un amplio respaldo popular, reconocido incluso por las encuestas dirigidas por la oposición, lo que demuestra que las medidas tomadas por su Gobierno han sido efectivas y que, en efecto, han iniciado un proceso de positivas transformaciones para la sociedad.
A diferencia de los gobiernos de ARENA y del FMLN, que dejaron la economía a merced de las fuerzas del mercado y de la voracidad de algunos malos empresarios, esta administración ha logrado mantener los precios más bajos por galón de combustibles a escala regional, gracias a las 11 medidas implementadas para proteger al pueblo salvadoreño. Son acciones que la oposición calificó de demagogia o populistas, en un afán de proteger a sus financistas, pero que han resultado muy positivas para la población.
Paralelo a esto, el despegue económico de El Salvador es una realidad, con mayores inversiones, tanto públicas como privadas, pero también con la llegada de empresarios de diversas áreas, que ven en el país una oportunidad para el crecimiento.
Los números demuestran que el crecimiento económico es real y tangible, con un aumento de 16 % en la recaudación fiscal respecto a 2021. Las únicas áreas que no han crecido son aquellas relacionadas con las 11 medidas económicas, como el congelamiento de los combustibles. Y también está el aumento del 15.3 % de las exportaciones.
Buena parte de responsabilidad de esto es el excelente manejo de la pandemia, que logró que el país reportara menos contagios y letalidades por la COVID-19 y que en estos momentos esté en el top tres de porcentaje de la población vacunada contra el coronavirus, unos logros que han merecido el reconocimiento de la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y uno de los logros más evidentes ha sido la reducción de la inseguridad, con 130 días sin homicidios durante estos tres años de Gobierno, cuando en las administraciones anteriores lo común eran días de 60 asesinatos.
Gracias a la reducción de delitos, el país atrae a más turistas, que están interesados en nuestros atractivos naturales, como las olas que son el escenario para un nuevo mundial de surf.
Ahora nuestro país es reconocido por ser el primero en adoptar el bitcóin como moneda legal, por ser un referente internacional en el manejo de la COVID-19, por ser un excelente lugar para hacer negocios y por tener las mejores olas del mundo para surfear.
Nada mal para tres años de Gobierno, pero sí un reto para continuar con todas las transformaciones pendientes.