Tres niños de 9, 5 y un año de edad son los que deja en la orfandad Edwin Otoniel Vargas Flores, de 41 años, otra de las víctimas fatales del múltiple accidente ocurrido el pasado martes en el bulevar Los Próceres.
Vargas Flores se desempeñaba como agente de llamadas en un callcenter bilingüe y al momento del mortal percance regresaba de su jornada laboral cuando fue impactado por la rastra que provocó el accidente que dejó otra víctima mortal y numeros daños, entre elllos a unos 30 vehículos.
Su esposa, Loyda Eunice de Vargas, contó que el día del percance, por la mañana, Otoniel se despidió de ella y de sus hijos con un abrazo, un beso y un te amo, y que tres horas antes del percance recibió un mensaje en el que le decía «vamos a luchar, te mereces lo mejor».

La señora afirmó que la víctima tenía muchos sueños, «era una persona que quería ser emprendedora, empresario, tenía muchas ideas para hacer, pero no se dio, esperamos que mi hijo lo logre y lo pueda realizar», manifestó. En efecto Otoniel, estaba haciendo todo lo posible por culminar estudios de Adeministración de Empresas.
Su esposa dijo que, en 2002, Vargas se ganó una beca para estudiar inglés en los Estados Unidos, oportunidad que le sirvió para laborar en el área de llamadas.
«Hoy estamos, mañana no estamos y hay que estar preparado porque Dios determina, y no puedo hacer nada, aunque quisiera y solo le digo que debemos estar preparados», se resignó Loyda.

Sus compañeros de trabajo lo describen como a un gran amigo y trabajador y dentro de sus planes estaba terminar su carrera universitaria y establecer su propio negocio.
Vargas también será recordado como un buen cristiano. Desde hace años se congregaba en iglesia Las Asambleas de Dios y pertenecía al grupo Exploradores del Rey, por lo que su cuerpo fue velado en templo cristiano Candelaria situado en las zona aledaña al bulevar Venezuela, al sur de San Salvador.