El Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica (TSE) determinó que «tener una orden sanitaria de aislamiento por ser sospechoso de padecer o por estar infectado de la COVID-19 no es impedimento para votar» en las próximas elecciones presidenciales y legislativas del 6 de febrero.
La resolución indica que queda a criterio del ciudadano, con sospecha o contagiado del virus, presentarse a la junta receptora de votos que le corresponda. Aclara que «ninguna autoridad pública ni los miembros de la junta pueden impedirle sufragar solo por el hecho de habérsele ordenado aislamiento o por mostrar síntomas que hagan presumir que se encuentra contagiado de SARS-CoV2».
Reitera a la población que se deben aplicar los protocolos de bioseguridad. Esta decisión electoral ocurre casi dos meses después de darse a conocer que el presidente Carlos Alvarado Quesada obtuvo la peor calificación ciudadana en una encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR). El estudio muestra que 72 de cada 100 costarricenses considera su gestión como mala o muy mala.
Además, el país no se encuentra en su mejor momento en cuanto a la pandemia.
Las elecciones presidenciales y legislativas están programadas para el 6 de febrero, pero el país afronta su peor etapa pandémica. El martes, su primer día con medidas más restrictivas ante el brote de infecciones, Costa Rica superó su propio récord diario con 4,050 contagios por la COVID-19 la más alta desde 2020, mientras que el Ministerio de Salud informó sobre el aumento del 200 % en la mortalidad de una semana a otra.