El Salvador llegó a ser el país más peligroso del mundo en los gobiernos de ARENA y del FMLN, pero ahora es el más seguro gracias al éxito de los planes de seguridad implementados por el Gobierno del presidente Nayib Bukele. De los 31 días de julio, en 21 de ellos no se reportaron homicidios, lo que lo convirtió en el mes más seguro de la historia nacional.
No se trata de un asunto sin importancia, sino que forma parte de una elaborada y cuidadosa estrategia que ha implicado la puesta en marcha del Plan Control Territorial en sus diversas fases —que incluyen el fortalecimiento, el equipamiento y la modernización de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada—, complementado con las medidas especiales del régimen de excepción, que dio las herramientas necesarias para el éxito alcanzado en la guerra contra las pandillas. Recientemente, el Plan Transporte Seguro, con la presencia de policías y militares en los buses del servicio público de pasajeros, tiene como objetivo eliminar cualquier espacio que tenga la delincuencia.
De este modo, los ciudadanos llegan a las vacaciones de agosto en un país con una seguridad como nunca la han tenido, lo que les permite llegar con tranquilidad a cualquier punto del territorio nacional y disfrutar de la belleza natural de los sitios turísticos.
Ahora bien, esto lleva a otro esfuerzo de despliegue de seguridad en los lugares vacacionales para garantizar la sana convivencia. Ahí llegamos a un punto que requiere la voluntad de cada uno de los ciudadanos para contribuir con la tranquilidad y el respeto a los derechos de los demás.
Las autoridades han desplegado más de 600 controles vehiculares en todo el país para garantizar la seguridad vial en las carreteras. Sin embargo, si bien se reportan 13 accidentes menos que en el mismo período del año pasado, todavía se reportan muertes en las carreteras, incluyendo a tres miembros de una familia que fueron embestidos en la carretera Panamericana, en Ereguayquín, Usulután, por un hombre ebrio que manejaba un camión pesado. En la carretera al puerto de La Libertad, otro camión se quedó sin frenos y chocó con ocho vehículos particulares.
Las muertes en las carreteras son totalmente prevenibles. Nadie debe manejar bajo los efectos del alcohol o las drogas o sin haber descansado suficiente. Tampoco es excusa la ausencia de mantenimiento, porque eso es negligencia. Si logramos convertir al país en el más seguro del continente, también debemos poner todos de nuestra parte para hacer de las calles lugares de tranquilidad, respeto y paz.