Nayib Armando Bukele Ortez cumplió su tercer año de gobierno en El Salvador, se presentó en horas de la noche a la Asamblea Legislativa para dirigir su mensaje a los representantes del pueblo, los diputados, el cual fue transmitido a la nación en cadena de radio, televisión y redes sociales. Muchos expertos en política, diplomacia, economía, finanzas, pensiones hacían sus predicciones, y en días previos en diferentes medios querían marcar la agenda y demostrar que conocen su oficio; una vez se equivocaron ante el presidente de la república, les falló la lectura y su olfato político, de análisis, como el 3 de febrero de 2019 y como el de 28 febrero de 2021.
El presidente Nayib Bukele sorprendió únicamente al segmento de la población que se mantiene desconectada del principal problema del país, el ataque y azote de las pandillas a la población salvadoreña; ellos querían escuchar anuncios sobre aspectos materiales, negocios, inversiones y otros que son necesarios pero no indispensables. En sus primeros segundos ante los medios nacionales e internacionales logró captar la atención total con la frase «estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas», desarrollando y con un detalle de cada fase de la estrategia denominada Plan Control Territorial, un recorrido histórico sobre la violencia, y los planes fracasados de los partidos políticos que gobernaron el país en las últimas seis administraciones del Ejecutivo; planes, estudios, investigaciones, marketing político que no previno, que no combatieron, ni reprimieron el surgimiento de las pandillas que en aquel momento no eran criminales.
El presidente Bukele se presentó ante la población con un mensaje de esperanza, mostrando a El Salvador y al mundo que sabe lo que está liderando, que sabe ordenar y dirigir a su equipo estratégico; presentó un resumen ejecutivo de los logros, avances y resultados del PCT.
De igual forma, ese mensaje de esperanza se revistió de una dosis de conocimiento, sin exageraciones, con una dosis racional y sin ocultar que hay un número considerable de pandilleros y criminales que aún no han sido capturados.
Cuánta falta hacía un presidente de la República de El Salvador que aplique el poder del pueblo mediante el voto que le brindó la legalidad constitucional, pero Nayib Bukele en tres años de Gobierno logra que la seguridad y el combate estratégico a las pandillas sea su principal logro. En este momento, los niveles de homicidios están en el tramo de los países como Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, así como la disminución en los delitos de eficacia. Existe evidencia empírica de sobra para documentar y justificar esta proyección.
Ahora falta nuestro aporte ciudadano, nuestra colaboración por medio de la denuncia ciudadana, así como contribuir a una cultura de paz y sana convivencia en nuestro entorno. El mensaje de aniversario lo cierra de manera magistral el presidente Bukele: «La seguridad de la gente es más importante que cualquier obra».
Señor presidente, adelante, la victoria está a la vista, sus próximas cadenas nacionales serán buenas noticias.