Fangio, cinco veces campeón del mundo, lo condujo a la victoria en el Gran Premio de Argentina de 1955.
Esa misma temporada Moss ganó con él el Gran Premio de Italia y registró el tiempo de vuelta más rápido.
La venta convierte el W196 en el auto de Fórmula Uno más caro jamás vendido, duplicando el récord anterior del Mercedes W196R que alcanzó 23,35 millones de euros en 2013.
La subasta tuvo lugar en el Museo Mercedes-Benz de Stuttgart y el comprador hizo la oferta ganadora por teléfono sin revelar su identidad.