El Gobierno del presidente Nayib Bukele, a través del Ministerio de Educación, ha entregado un millón de computadoras y tabletas a los estudiantes desde el primer grado de educación básica hasta el bachillerato.
Nunca en la historia nacional se hizo un esfuerzo de esta naturaleza para reducir la brecha digital.
El Gobierno ha invertido más de $600 millones en el programa Enlaces con la Educación para dotar de herramientas tecnológicas a niños y jóvenes, como una estrategia para empezar a transformar el país con la adquisición de conocimientos actualizados y acordes con las necesidades del mundo cambiante en el que vivimos.
Del mismo modo, el personal docente ha sido capacitado en los programas informáticos y las plataformas utilizadas para impulsar la educación de los estudiantes. Entre las laptops entregadas a los estudiantes hay 2,000 con software especializado para alumnos con discapacidades, de modo que estén acordes a sus necesidades particulares.
La mayor cantidad de equipos, 770,000 computadoras portátiles, son para los alumnos desde cuarto grado hasta bachillerato, en tanto que otras 298,000 tabletas han sido destinadas para los más pequeños.
El ministro interino de Educación, Mauricio Pineda, destacó que «estos niños son la generación del presidente Bukele», es decir, aquellos en los que el Gobierno invertirá hasta que lleguen a convertirse en lo que deseen ser, así sean científicos, médicos, ingenieros o maestros, «pero que sean lo mejor en cada una de esas áreas», sostuvo.
La entrega de las computadoras a los estudiantes para que las lleven a sus casas y las utilicen no solo para estudiar y aprender, sino también para entretenimiento e investigación ajenas a las tareas escolares es una importante diferencia respecto a las políticas implementadas por los gobiernos anteriores.
Durante las gestiones de ARENA y del FMLN, cuando una escuela tenía suerte, recibía con bombo y platillo un «centro de cómputo», que no era más que una aula como cualquier otra con un puñado de computadoras que eran compartidas por los estudiantes de todo el centro escolar, lo que reducía la interacción real a apenas unos minutos a la semana, cuando los equipos funcionaban y había acceso a internet; de lo contrario, los equipos solo acumulaban polvo y se deterioraban.
Ahora, en cambio, cada niño y adolescente del sector público tiene la oportunidad de recibir una educación de alto nivel y, al mismo tiempo, de insertarse en el mundo de las tecnologías de la comunicación y de amplia información.