La profunda transformación emprendida durante el Gobierno del presidente Nayib Bukele tiene múltiples dimensiones. A partir de la mejora sustancial de la seguridad gracias al Plan Control Territorial, en combinación con el régimen de excepción, otras áreas empezaron a despuntar.
En educación, por ejemplo, El Salvador ha visto desaparecer la deserción escolar, antes un flagelo que azotaba a la niñez y juventud, que eran asediadas por los pandilleros. Sin los criminales merodeando alrededor de escuelas e institutos, niños y jóvenes ahora se mantienen en las aulas. Además, no se puede dejar de lado la importante inversión pública para dotar de computadoras y tabletas a los alumnos desde parvularia hasta bachillerato. Esta iniciativa también incluye la capacitación de estudiantes y profesores para utilizar herramientas digitales en la educación, lo que mejora sustancialmente la experiencia en las escuelas y los institutos.
La seguridad también ha llevado al turismo a un nuevo nivel al convertir a El Salvador en un destino internacional, un hecho impensable en los años perdidos de los gobiernos de ARENA y el FMLN, cuando el país era conocido por ser el epicentro de la violencia y los homicidios. La decidida apuesta del Gobierno del presidente Bukele por el turismo, fomentando la innegable calidad de las olas y las playas salvadoreñas, ha dado frutos. Prueba de ello son los múltiples campeonatos y las competencias internacionales de surf, incluyendo la clasificación para los Juegos Olímpicos y Juegos Panamericanos. En noviembre, el país será sede de Miss Universo, para lo cual el Estado invierte en transformar el Gimnasio Nacional en un escenario de talla internacional, además de mejorar el Centro Histórico y otros lugares de interés, como la recién renovada Plaza Salvador del Mundo.
Estas transformaciones se expresan en el dinamismo de la economía. El último informe del Banco Mundial mejora la perspectiva de crecimiento económico de El Salvador, que ubica ahora en 2.8 %, frente a un 2.6 % que había previsto el Banco Central de Reserva (BCR). Esta cifra está por encima del promedio latinoamericano, que el Banco Mundial establece en 2 %.
La recuperación económica se expresa, además, en la mejora tributaria. A medida que hay más comercio y los salvadoreños disponen de más fondos —ahora que ya no son despojado del fruto de su trabajo por los criminales— compran más cosas y productos, además de que las empresas ahora emplean a más gente. El Ministerio de Hacienda ha revelado que ha recolectado un 3.1 % más en IVA y renta, es decir, por compras y por salarios. Esta es la ruta del nuevo El Salvador: un país en ascenso y desarrollo.