La imagen, la experiencia y los testimonios de un parto acompañan a la mayoría de mujeres durante toda su vida. Esa vivencia, la mayoría de veces, ha venido acompañada de relatos que retratan al parto como un momento doloroso, difícil y que conlleva grandes cambios físicos y procedimientos, a veces, incómodos y complicados.
Sin embargo, el parto no tiene por qué ser un evento traumatizante; no debe implicar una conmoción para la madre y menos para el bebé. Sí, mujeres, existe una forma diferente y positiva de vivir un nacimiento.
Esta forma de aproximarse a una de las experiencias más significativas para los seres humanos no es nueva y tampoco es un invento, está respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Comprender este nuevo escenario requiere de abrir la mente y desechar toda la película que las mujeres y hombres tenemos sobre el parto: gritos, dolor, trauma físico y sí, a veces, violencia obstétrica.
Comúnmente es llamado parto humanizado, pero según la OMS es un parto con una experiencia positiva: «como una experiencia de amor, de respeto a las creencias y deseos de la madre», explica Aleida Marroquín Parducci, ginecobstetra con más de 15 años de experiencia.

Aleida explica que la OMS lleva años promoviendo que volverse madre se viva de una manera diferente, con una serie de recomendaciones que no conllevan a usar más recursos.
En El Salvador, ella lleva casi una década acompañando partos con esta visión de vivir la experiencia como un acto de amor y no como una intervención médica.
Mucha de su experticia estuvo marcada con los cinco años que ejerció en Nigeria, con Médicos Sin Fronteras.
Ese acercamiento le permitió, de manera científica y vivencial, observar cómo en otras latitudes las parteras atendían los nacimientos y lo hacían sin cortar o hacer una episiotomía en las mujeres, mientras que su formación le indicaba que la mayoría de veces debía hacerlo.
Así, empezó a adentrarse en lo que representa un parto con experiencia positiva que consiste en entender, respetar y acompañar a la madre y a su bebé.
Hacerlo implica cambios como escuchando a la paciente y sus creencias socioculturales como dar a luz acurrucadas o de pie, bailando y no acostadas, como tradicionalmente es de obligatoriedad.
También contar con un ambiente más empático para la paciente, con la o las personas que ella desee que la acompañen, con música o en silencio, con la elección de recibir o no medicamentos para aliviar el dolor, incluso, respetar si la decisión de la paciente es contar con una intervención médica o ingerir alimentos previo al parto.
La especialista explica que el cuerpo de manera natural va indicando a la madre lo que necesita, cómo requiere vivir ese momento y darle ese acompañamiento médico también permite que el bebé responda de forma positiva.
Eso sí, expone, este proceso siempre está sujeto a cada caso, porque lo primordial es no comprometer en ningún momento la salud física ni emocional de ambos.
Sin embargo, la doctora, sí trata de ser enfática en la necesidad de considerar cada caso de tal manera que no sea una constante hacer un corte o episiotomía, porque se ha comprobado que no es la solución para que el bebé salga más rápido o para que las mujeres sufran menos.
¿Qué es la episiotomía o corte? Es la incisión que se hace en el perineo, en la zona entre la vagina y el ano, antes o posteriormente al parto.
La experta explica que por generaciones se ha practicado con el afán de reducir el dolor o ayudarle a la mujer durante el parto, pero con el tiempo la ciencia misma ha comprobado que no hay incidencia en la mortalidad, que no es eficaz y que por el contrario puede dejar secuelas como afectar el piso pélvico, causar infecciones, así como provocar dolor e incomodidad en la mujer durante la relación sexual.
«Yo entiendo a los colegas por la resistencia porque así era yo, porque se nos ha inculcado que es lo mejor y en cierta medida la mortalidad aquí es menor que en otros lados y eso valida el método; pero eso no quiere decir que no podamos seguir mejorando. Aquí, en muchos hospitales, en Zacamil, Cojutepeque y Ahuachapán, del sistema nacional, ya están dando este tipo de atención, ya cuentan con las pelotas de pilates, les hacen masajes», comenta.
¿Qué es un parto con experiencia positiva?

«Es una experiencia de parto positiva que cumple o supera las creencias y expectativas personales y socioculturales previas de la mujer. Esto incluye dar a luz a un bebé sano en un ambiente seguro desde el punto de vista clínico y psicológico y contar con apoyo práctico y emocional continuo, es decir, estar acompañada en el momento del nacimiento y ser asistida por personal amable y con competencias técnicas adecuadas. Se basa en la premisa de que la mayoría de las mujeres desean tener un trabajo de parto y nacimiento fisiológicos y alcanzar un sentido de logro y control personales a través de la participación en la toma de decisiones, inclusive cuando se requieren o desean intervenciones médicas», expone la OMS.
La episiotomía o corte, ¿es necesaria?
La doctora Aleida relata que el corte o episiotomía surge en los años 1700, cuando se da la transición de parir en casa a un hospital. En ese momento atendían en los hospitales hombres, quienes miran el parto como una experiencia terrorífica y lo que buscan es aliviar el dolor en la mujer. «La concepción era humanizada, Pero ya hay un respaldo científico dijo que no es lo mejor, que ya no debería de hacerse, además de que tiene efectos secundarios».
*Se ha comprobado que aumenta el sangrado en la paciente, aumenta las infecciones, aumenta el dolor en el nacimiento.
*No es cierto que ayuda a evitar desgarre en la madre.
*Sí puede causar pérdida de sensibilidad y dolor durante las relaciones sexuales.
*No es cierto que ayuda a que el bebé salga más rápido.
Recomendaciones de la OMS
Un total de 56 recomendaciones contiene el documento «Para los cuidados durante el parto, para una experiencia de parto positiva». Lo principal es el respeto.
*Se recomienda el acompañamiento de la mujer durante el trabajo de parto por la persona de su elección.
*No se recomienda el uso de intervenciones médicas para acelerar el trabajo de parto o el nacimiento (como la estimulación con oxitocina o la cesárea).
*Se recomiendan técnicas de relajación (ncluso la relajación muscular progresiva), respiración, música, meditación, atención plena (mindfulness)y otras técnicas.
*Para las mujeres con bajo riesgo, se recomienda la ingesta de líquidos y alimentos.
*Para las mujeres con o sin anestesia peridural, se recomienda alentar la adopción de una posición para dar a luz que sea de su elección.