¿Te has preguntado alguna vez cuál es el sentido de tu existencia?, ¿cuál es la razón por la cual estás aquí y ahora, leyendo esta columna? De las respuestas a las anteriores interrogantes dependen mucho tus pensamientos y acciones con los que construyes tu realidad. Probablemente pienses en la idea que plantea que somos creación de un ser omnipotente (teísmo) o, por el contrario, que somos insignificantes en un universo determinado por la aleatoriedad (ateísmo).
Existe mucha diversidad de opiniones y argumentos acerca del porqué de la existencia de la humanidad, incluso hay personas que defienden el hecho de que probablemente seamos parte de una simulación por computadora. Sea cual sea tu punto de vista sobre a lo que ser humano se refiere, somos humanos al igual que otros 7,000 millones de individuos que tratamos de sobrevivir en este esferoide remotamente escondido al que llamamos planeta Tierra, que se encuentra en un universo aparentemente infinito lleno de miles de millones de estrellas.
Pero no estoy aquí para hablarles de ciencia ni de astronomía, sino para intentar crear una forma de concientizar la búsqueda del sentido, una razón o un motivo de tu vida, de tu existencia, y a partir de ahí lograr un cambio, una razón/sentido que es netamente subjetivo. Eso quiere decir que todos le damos un valor diferente a la vida, y este valor está bastante determinado por muchos factores externos y las circunstancias que marcan la vida de cada uno.
En el mundo hay muchas religiones, filosofías o incluso la ciencia, que buscan llenar ese vacío de soledad en la humanidad, tratando de ser esa verdad absoluta que bajo sus propios criterios, métodos y argumentos busca dar soluciones a los problemas que enfrenta la sociedad y, además, brindar respuestas a las preguntas más fundamentales y existenciales que los humanos nos hemos planteado a lo largo de nuestra breve existencia. El sentido de la vida es algo que cada uno busca con su propio criterio y bajo su propia responsabilidad, ya que de eso dependen los principios y argumentos de cada individuo ante las diferentes circunstancias de la vida, teniendo en cuenta que los humanos somos seres imperfectos, lo que hace que todos veamos de forma diferente la realidad. Todos pensamos diferente, tenemos diferentes puntos de vista y eso es lo que nos hace diversos antropológicamente hablando, tanto así que esa diversidad nos ha llevado a tal grado de evolución en la que hoy en día estamos.
El sentido de la vida es algo que cada uno debe buscar insaciablemente, ya que de eso dependerá su nivel de felicidad e indirectamente la felicidad de los demás; es algo que va más allá de ser una razón o sentimiento, es un nivel de comprensión humana, es darle un valor a la vida que tienes, es encontrar respuestas a las preguntas sobre tu lugar en el mundo, encontrarle un sentido a tu vida. Además, es importante para una búsqueda de soluciones a tus problemas y a los problemas de la sociedad.
En conclusión, del sentido que le des a tu existencia dependerá la forma en la que subsistes en este efímero lapso de tiempo al que llamamos vida; además, te dará dirección en lo que haces, conocimiento y conciencia sobre lo que somos capaces de hacer como especie.