La historia de la parroquia El Calvario se remonta a 1660, cuando fray Payo Rivera, obispo de Guatemala, autorizó la construcción de un templo con el propósito de atender la Cuaresma de Semana Santa en San Salvador.
La primera iglesia fue destruida por un terremoto en 1854; la segunda fue construida de madera, pero el 24 de enero de 1908 se quemó en un incendio, mientras tanto se construyó una ermita provisional durante la construcción del templo de cemento armado.
Este fue encargado al maestro arquitecto de origen italiano Augusto Baratta, quien trabajó uno de los templos más antiguos de San Salvador. Estos datos los confirmó el sacerdote somasco Narciso Bordinon, quien está a cargo de la parroquia. La comunidad somasca celebra este año el centenario de su llegada al país.
El padre Bordinon comentó que en 1920 monseñor José Belloso y Sánchez llegó a Roma y una de sus misiones fue buscar una orden religiosa que se hiciera cargo de la parroquia y del Centro de Menores La Ceiba, conocido como la Tutelar de Menores.
Fue así como se reclutó a los padres somascos quienes, dirigidos por el padre Antonio Brunetti, zarparon de Génova el 31 de agosto de 1921. Llegaron al puerto de La Libertad el 05 de octubre de 1921 y fueron recibidos por el arzobispo de San Salvador, monseñor Rodolfo Pérez.
El primer templo gótico de San Salvador se inauguró en su primera fase el 29 de mayo de 1932; en 1950, se concluyó la obra que fue consagrada por monseñor Luis Chávez y González, arzobispo de San Salvador, el 20 de enero de 1951.
El arquitecto italiano Augusto Baratta del Vecchio fue el encargado de la obra, la que inició con un donativo de 25,000 colones, explicó el párroco encargado de la parroquia.
En el centro de la fachada neogótica y entre las dos torres principales está la imagen de Cristo crucificado. En vez de gárgolas y rosetones, se observan estatuas de santos y tres coloridos mosaicos con imágenes de la pasión de Cristo.
Tres mosaicos sobre la pasión de Cristo adornan la fachada de la iglesia.
El interior de la cúpula poligonal está adornada con vidrios de colores, dentro se exalta la verticalidad propia de la arquitectura neogótica.
Los nervios principales que sostienen las bóvedas de crucería bajan a las 84 columnas, donde descansan en un capitel de estilo corintio.
Las columnas poseen en la parte más alta detalles florales de orden corintio. Detrás del altar principal están inscritos los nombres de las familias que donaron los fondos para la construcción, incluyendo a las señoras de los mercados y los vecinos del barrio El Calvario.