William Ernesto Quinteros, de 21 años, viajó en junio de 2006 a los Estados Unidos. Vivía en Maryland. Estuvo trabajando durante dos años en un restaurante, pero el 26 de diciembre de 2008 desapareció.
Tras más de 10 años de la desaparición, José Porfirio Vásquez Rivas y María Estela Valladares aún viven con la incertidumbre de saber dónde está su hijo.
ADEMÁS: Sin rastro: 342 migrantes salvadoreños desaparecidos
Vásquez Rivas, quien reside en la colonia Zacamil, contó que ellos no se dieron cuenta de la desaparición hasta el 6 de enero de 2009. Lo último que supieron fue que, el día de la desaparición, su hijo salió con su novia, durante el camino discutieron y ella lo obligó a bajarse del carro.
«Desde ese momento nos preocupamos. Comenzamos a preguntar. La novia solo nos dijo que habían salido, la primera versión fue que lo había lanzado del carro y a los tres días nos llamó de nuevo para decirme que lo había bajado porque habían peleado, luego regresó a buscarlo, pero ya no estaba», explicó el padre.
Los padres de Quinteros no pierden la esperanza de encontrar a su hijo. «La búsqueda ha sido grande, pero no ha tenido mucho resultado», expresó con tristeza Vásquez Rivas. La familia ha acudido a distintos organismos a solicitar ayuda para la búsqueda de Quinteros.
Juan Carlos, en la lista de desaparecidos
Juan Carlos Martínez viajó en 2001 en busca del ansiado «sueño americano», dijo Luis López, su hermano; sin embargo, se sumó a la cifra de migrantes desaparecidos.
«Él se fue solo porque el grupo que lo llevaría ya había salido. Llegó hasta Tecún Umán (en Guatemala), fue el último lugar desde donde tuvimos comunicación. Se supone que ahí lo recogió el coyote», contó López.
Hasta la fecha, las investigaciones han generado varias hipótesis, pero ninguna que haya logrado dar con el paradero de Martínez.
«Dicen que se perdió en un naufragio que ocurrió durante los días del viaje. Otra versión es que mi hermano se peleó con el coyote y lo abandonó», añadió el hermano.
López ha viajado varias veces a diferentes estados de México en busca de su hermano, todas han sido en vano. En 2008, él hizo un recorrido por la ruta del migrante con la foto de Juan Carlos, y varias personas le aseguraron que en Oaxaca había alguien con trastorno mental, que tenía rasgos parecidos a su familiar. Lograron ubicar a esa persona, pero los resultados de la prueba de ADN no mostraron compatibilidad.