Por primera vez en la historia, los salvadoreños que huyeron de su país —por el conflicto armado, los malos gobiernos de ARENA y del FMLN y la violencia de las pandillas, que ambas organizaciones políticas propiciaron al permitir el fortalecimiento de estas— podrán votar directamente para elegir al presidente de la república.
Ha sido un largo viaje para reconocer el derecho y aplicar los procesos, mecanismos y metodología para ejercer el sufragio.
No es casualidad que este derecho ampliamente negado durante las administraciones de ARENA y del FMLN se haya dado durante el Gobierno del presidente Nayib Bukele. El presidente Bukele ha sido el único gobernante salvadoreño que empezó su campaña con un ofrecimiento puntual para la diáspora.
Nuevas Ideas tiene una fuerte presencia de salvadoreños en el exterior y garantizar el voto para los ciudadanos que emigraron es un asunto de elemental justicia.
Por años, tanto ARENA como el FMLN bloquearon esta posibilidad al aducir que no se podía garantizar un recuento efectivo de los votos. Pusieron mil y una excusas, pero no porque no existiese la tecnología, sino porque temían que la diáspora no se comportara como esperaban, lo cual ha sido una afrenta que se mantiene viva en la comunidad.
Ahora, en cambio, hay una decisión política
tomada y los mecanismos necesarios para que sea
una realidad. El Ministerio de Relaciones Exteriores,
el Registro Nacional de las Personas Naturales
(RNPN) y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) trabajan para incorporar en el padrón electoral a todos los salvadoreños en pleno uso de sus derechos ciudadanos.
Hay una campaña para incentivar la obtención del DUI, necesario para votar (o también puede hacerse con el pasaporte), entre los salvadoreños en el extranjero.
La democracia se fortalece en el país en la medida que todos los ciudadanos tengan el derecho a participar en la elección de sus gobernantes, una decisión que los salvadoreños tienen muy clara, dada la inmensa popularidad y respaldo hacia el presidente Bukele debido al éxito de sus políticas en seguridad pública y mejora en las condiciones de vida del pueblo.
Los comicios del próximo año incorporan a una amplia variedad de contendientes, lo que refleja la pluralidad en el sistema político salvadoreño y el respeto hacia todas las expresiones ideológicas.
Los salvadoreños en el exterior podrán ejercer plenamente su derecho al voto para elegir al presidente por primera vez en la historia de la democracia salvadoreña.