El presidente Nayib Bukele anunció que el Gobierno de El Salvador y la farmacéutica AstraZeneca lograron un acuerdo para el suministro de 2 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, desarrolladas en conjunto con la Universidad de Oxford.
Para El Salvador es una noticia muy importante, porque es una garantía de que en los próximos meses estará disponible una vacuna que, a diferencia de las desarrolladas por Pfizer y Moderna, no necesita de una cadena de ultrafrío (hasta -70 grados Celsius) para conservarse, sino que se puede mantener incluso en refrigeradores comunes (de 2 °C a 8 °C), lo que permite que pueda llevarse fácilmente a cualquier rincón del país.
Los ensayos clínicos de Oxford y AstraZeneca en Brasil e Inglaterra han demostrado una efectividad de hasta el 90 % cuando se suministra media dosis primero y una dosis plena un mes después; por otra parte, los de Pfizer y BioNTech probaron una eficacia del 95 %, en tanto que los de Moderna evidenciaron el 94.5 %. También está la vacuna rusa, del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, que tiene una eficacia del 92 %.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la rapidez con la que se han desarrollado las vacunas, pero también ha hecho hincapié en que lo más importante para erradicar el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19, es que existan varias opciones para todos. Por eso es importante que diversas farmacéuticas se dediquen a la investigación y al desarrollo de la vacuna: eso garantiza una mayor capacidad de producción de dosis. No hay que perder de vista que serán necesarias miles de millones para atender a la población mundial.
Sin embargo, tener disponible una vacuna no significa que podamos confiarnos y bajar la guardia; al contrario, ahora es el momento de ser más estrictos con el cumplimiento de las medidas de prevención, de aumentar la higiene en nuestro entorno, de continuar usando la mascarilla en espacios públicos y de desinfectarnos las manos con alcohol en gel cuando no sea posible lavárnoslas.
De acuerdo con la investigación conjunta del Ministerio de Salud y la Universidad de El Salvador (UES), en el país circulan seis cepas del coronavirus que produce la COVID-19, de modo que el índice de exposición que tenemos como sociedad es muy alto.
La vacuna de Oxford y AstraZeneca podría llegar al país en los primeros meses del próximo año; mientras tanto, el reto es mantener bajos los números de contagios para evitar más fallecimientos a causa de la COVID-19. Cada uno tiene la responsabilidad de acatar las medidas de prevención, por su salud, la de su familia y la de su comunidad.