Según medios internacionales una infracción de tráfico acabó el lunes pasado con la muerte de Jayland Walker, un joven de piel negra de 25 años que iba desarmado. Ocho policías le dispararon hasta 90 veces en la localidad de Akron (Ohio). Tras varios días de protestas en la ciudad, la policía local se ha visto obligada a difundir este domingo durante una conferencia de prensa las grabaciones de las cámaras corporales que los agentes implicados están obligados a portar, según la ley estadounidense.
La autopsia encontró 60 heridas de bala en el cuerpo de Walker. No está claro aún si recibió 60 disparos, pues ese número podría resultar de sumar los orificios de entrada y de salida de los proyectiles.
La policía dio el alto a Walker pasada la medianoche. Trató de escapar al volante, primero, y, al verse acorralado, salió corriendo del coche. Según la versión oficial, los agentes presentes creían que iba armado.
El muchacho llevaba una pistola en el coche, pero no la portaba en el momento de caer fulminado en la calle. En el vídeo difundido este domingo se ve cómo los policías corren tras el joven, hasta que la imagen queda congelada y es cuando se escucha una terrorífica salva de decenas de disparos.