El Acuerdo de Escazú, es un tratado regional adoptado en marzo de 2018 en Costa Rica que busca garantizar la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en la región.
Uno de los aspectos novedosos de este acuerdo según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es que reconoce y garantiza la protección de los defensores del medio ambiente y por ello es que en El Salvador organizaciones sociales y ambientalistas piden al gobierno su ratificación.
A la fecha 22 países han firmado el tratado y de estos, únicamente lo han ratificado: Antigua y Barbuda, Bolivia, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadina y Uruguay.
Sobre el tema, la Asamblea Legislativa desarrolló un foro informativo en el cual participaron representantes de la CEPAL, el Programa Euroclima+, diputados del Grupo Parlamentario de Jóvenes e integrantes del grupo impulsor por la ratificación del Acuerdo de Escazú.
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Al respecto, Elena Oliveros, representante del Programa Euroclima+ de la Unión Europea destacó que la importancia del acuerdo radica en que contiene todo lo relacionado con la justicia climática lo que permitirá la participación ciudadana.
«El Acuerdo de Escazú permite coordinar un modelo de gobierno abierto, participativo y colaborativo con la ciudadanía en la reducción del impacto climático y en la toma de decisiones sobre las políticas públicas», sostuvo Oliveros.
La representante de Euroclima+ explicó que la entrada en vigencia del acuerdo permitirá conectar entornos locales como instancias internacionales para impulsar soluciones conjuntas a temas climáticos.
En el mismo sentido, Carlos de Miguel, representante de la CEPAL indicó que el acuerdo propone un papel renovado de las políticas públicas para que reflejen el ideal democrático, disminuyan la desigualdad y permitan espacios en que el sector privado y la ciudadanía sean parte de una recuperación resiliente, sostenible e inclusiva del entorno.
«El mejor modo de abordar las cuestiones ambientales de todos y para ello toda persona debe ser informada… el acuerdo es una herramienta clave para cooperar todos juntos en ese desarrollo sostenible que queremos», externó de Miguel.
En relación al Acuerdo de Escazú, el Presidente de la República Nayib Bukele dijo en septiembre pasado que no lo firmaría debido a que contiene algunas cláusulas que no están acordes con la realidad del país.
«Hoy por hoy, no lo vamos a firmar porque no estamos de acuerdo con algunas cláusulas del acuerdo. Pudiéramos firmarlo luego, aunque ellos han puesto una fecha límite, estoy seguro que podemos firmarlo luego si se arreglaran algunas cláusulas », expresó el mandatario.
El presidente de la República explicó que uno de los puntos por los cuales decidió no firmar el tratado tiene que ver con superar el déficit de más de medio millón de casas que existe en el país, las cuales son necesarias para llevar desarrollo a las familias más necesitadas.
El mandatario salvadoreño sostuvo que de hacer pequeños cambios que parecerían de forma, pero son importantes para garantizar que el cuido el medioambiente, sin evitar el desarrollo del país podría firmar el acuerdo.