El Centro de Investigación de la Opinión Pública Salvadoreña (CIOPS) de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) presentó ayer el estudio «El crédito en el sector informal en El Salvador», el cual abordó la realidad de los préstamos que reciben muchos micro y pequeños empresarios del sector informal durante marzo 2022.
Con una muestra de 1,100 salvadoreños que optaron por créditos en los últimos meses, provenientes de los departamentos de San Salvador, Santa Ana, La Libertad, San Miguel y Sonsonate, el CIOPS concluyó que las solicitudes de préstamos a usureros se ha reducido en un 18 % en el período comprendido entre 2019 y 2022.
«La usura continúa siendo elevada en el país, pero esta disminución puede explicarse por factores como la “Ley para facilitar el acceso al crédito” y las facilidades de crédito dadas por los bancos y otras instituciones», apuntó Francisco Zepeda, decano de la Facultad de Informática y Ciencias Aplicadas de la Utec.
Sin embargo, del total de encuestados, 8 de cada 10 adquirieron sus créditos con prestamistas, con tasas efectivas de 1,869.4 % anual. Esto contrasta drásticamente con la tasa de interés máxima publicada por el Banco Central de Reserva (BCR) para las operaciones en el sector formal, la cual no podía ser mayor a 82.7 % anual en marzo.
De acuerdo al académico, la usura -definida como el cobro de un interés excesivo sobre un préstamo- es una práctica que continúa perjudicando a los pequeños empresarios del país, pues estos son los que se ven más obligados a recurrir a financiamiento informal para suplir las necesidades de sus negocios, ya que no cumplen todos los requisitos de la banca tradicional.
En ese sentido, Zepeda indicó que aquellas legislaciones que endurecen las acciones contra la usura son claves. Por ejemplo, con las nuevas reformas a la Ley contra la usura, que aprobó la Asamblea Legislativa y que entraron en vigencia el pasado lunes, los entes supervisados y no supervisados no pueden cobrar intereses sobre intereses a los clientes.
Además, los cambios aprobados dan más potestad a instituciones como la Defensoría del Consumidor (DC) para que realicen inspecciones y auditorías a los usureros.
Por otro lado, la Utec mencionó en su informe que los productos del sector financiero formal que busquen la inclusión y contribuyan a eliminar este tipo de prácticas cumplen un papel importante.
Una de esas iniciativas es impulsada por el Banco Hipotecario (BH). Con su línea de crédito «Cero Usura», las personas que enfrentan el pago de las altas tasas de interés que cobran los usureros o que tengan un récord crediticio dañado cuentan con una alternativa para recomponer sus finanzas.