Nunca en El Salvador había existido la oportunidad de gozar unas vacaciones de agosto con los niveles de seguridad en los que vivimos hoy. Julio acaba de convertirse en el mes más seguro de la historia nacional, en el que destacó también la cantidad de días sin homicidios, además del número de pandilleros y sus colaboradores detenidos por las fuerzas del orden y enviados a prisión por los jueces.
Gracias al éxito de la guerra contra las pandillas, el país ha dejado de aparecer en la lista de naciones más violentas, la que incluso, vergonzosamente, lideró con cifras de muertos que superaron la de países en guerra.
El Plan Control Territorial, en conjunto con las medidas especiales contenidas en el régimen de excepción, ha llevado paz y tranquilidad a comunidades, barrios, colonias, cantones y caseríos como nunca en la historia.
Gracias a ese aumento de la seguridad es posible desplazarse hacia cualquier lugar en el país con la certeza de que ya no se será víctima de la delincuencia.
Con la caída de los homicidios, también las extorsiones y otros delitos violentos han disminuido considerablemente. Hace unos días, para continuar la expansión del alcance de la seguridad, el presidente Nayib Bukele lanzó el plan Transporte Seguro, que incluye el despliegue de miles de policías y soldados en los buses del transporte público de pasajeros para atender uno de los últimos reductos de la delincuencia.
Para complementar, las instituciones que integran el Sistema Nacional de Protección Civil se encuentran en alerta, por lo que además de los policías y los militares también hay guardavidas distribuidos en 110 playas, lagos y parques recreativos. En total, 42,000 miembros de diversas instituciones están al servicio de los ciudadanos durante el período vacacional.
También los bomberos están en emergencia, listos para intervenir, además de inspectores que verificarán que los restaurantes minimicen los riesgos de incendio.
Asimismo, los servicios de salud se encuentran trabajando plenamente para atender cualquier eventualidad. Este esfuerzo combinado de las instituciones de Gobierno tendrá mayor impacto en la población, a diferencia de otros años, porque hoy sí gozamos de un bajísimo índice delictivo, un hecho por el que destacamos ante el resto de los países del continente.
No obstante, no hay que olvidar que todos debemos contribuir a que las vacaciones sean seguras tomando medidas higiénicas para evitar la transmisión de las enfermedades, evitando situaciones de riesgo como conducir bajo los efectos del alcohol. Los accidentes de tránsito han sido, en los últimos años, la fuente de muchas muertes y lesiones. Ahí, el llamado es a que cada uno contribuya.